Los ayuntamientos ribereños del Esla incluidos en el ámbito de riego del Esla (León y Zamora) rubricarán un documento conjunto con la Comunidad de Regantes para pedir al Gobierno que la zona sea declarada zona "gravemente dañada" y solicitar ayuda económica a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), a la Junta de Castilla y León y a las Diputaciones Provinciales de León y de Zamora.

A petición de los regantes, alcaldes de los municipios afectados participaron ayer en una reunión extraordinaria en Villaqujida (León) para evaluar los daños que causó en diciembre el desbordamiento del río Esla, daños que afectan a caminos agrícolas, desagües y al entramado de acequias primarias y secundarias, muchas de las cuáles han sido apeadas, cuando no tumbadas, o arrastradas por el agua.

La situación de la red de riego y de los caminos agrícolas se ha ido conociendo poco a poco, a medida que el río Esla ha ido regresando a su cauce natural y el paisaje después de la crecida es en muchos lugares tan impactante como notables son las pérdidas económicas. Junto a los cultivos arrasados comparecen ahora tramos completos de acequias dañadas y caminos intransitables, cuando no cortados y convertidos todavía en lagunas o piscinas.

Una parte de estas acequias son responsabilidad del organismos de cuenca. La CHD se encarga de su mantenimiento y reparación y, tras las crecidas, tendrá que rehabilitarlas. En la red secundaria la responsabilidad de la infraestructura le corresponde a la comunidad de regantes, pero los daños son cuantiosos. Los caminos rurales dependen de los ayuntamientos. En algunos casos, como en San Cristóbal de Entreviñas y Castrogonzalo, se ha actuado ya o se va a actuar de urgencia para que estos viales vuelvan a ser transitables, si bien la petición de apoyo dirigida a las diputaciones de León y de Zamora busca que estas aporten los recursos de sus parques de maquinaria para reparar esos caminos, un esfuerzo económico que por sí solos los pequeños ayuntamientos de la vega del Esla no pueden afrontar.

El objetivo de la reunión en Villaquejida era poner en valor todos los efectos adversos que la riada ha provocado en los municipios y en el campo. Por un lado se busca que los agricultores puedan obtener algún tipo de ayuda bajo el paraguas del reconocimiento de los graves daños causados por el desbordamiento del río Esla a nivel estatal y regional, y por otro que los ayuntamientos puedan igualmente recibir apoyo de las diputaciones para actuar en los caminos.

Villamañan, Valencia de Don Juan, San Millán de los Caballeros, Villademor de la Vega, Toral de los Guzmanes, Algadefe, Villamandos, Villaquejida y Cimanes de la Veg son los municipios leoneses de la Comunidad de Regantes del Esla. Matilla de Arzón, San Cristóbal de Entreviñas, Benavente, Castrogonzalo y Villanueva de Azoague, los zamoranos. Salvo Benavente, algunos de los regidores de esta parte de la comarca asistieron a esta reunión.

El Ayuntamiento de Benavente hizo pública una comunicación en la que informa de que en relación con los últimos fenómenos adversos "caracterizados por desencadenar lluvias y fuertes vientos, todos los que hayan podido sufrir los efectos de estas inclemencias meteorológicas, disponen de diferentes líneas de ayuda con el fin de paliar en lo posible los daños ocasionados" a través de la Subdelegación del Gobierno.

Esta vigente el Real Decreto de 8 de marzo de 2005 que contempla líneas de ayuda a unidades familiares o de convivencia, para paliar daños personales; unidades familiares para paliar daños materiales en viviendas y enseres; corporaciones locales; personas físicas o jurídicas que hayan efectuados prestación personal o de bienes; establecimientos industriales, mercantiles y de servicios; y comunidades de propietarios.

El Ayuntamiento benaventano ya ha pedido oficialmente la aprobación por parte del Gobierno de medidas extraordinarias para paliar los daños por el temporal de diciembre.