La Plaza Mayor fue el centro de encuentro en la tarde de ayer en que numerosas personas fueron pasando por este punto para visitar el belén viviente que un año más ha organizado los voluntarios de la Asociación de Familias Numerosas.

Con pocas novedades, pero manteniendo la esencia de esta iniciativa la Plaza Mayor albergó varios escenarios en los que no faltaron los voluntarios ataviados, al más estilo rural, según explicaban. Los escenarios interpretados dejaban al visitante ver una fragua, que llamó la atención a los más pequeños; también había una panadería al estilo tradicional en la que se vendían rosquillas, elaboradas por los integrantes de la asociación al precio de un euro cuatro rosquillas, con el fin de recaudar fondos para las iniciativas que la asociación organiza cada año y que da comienzo con este Belén Viviente.

No faltaban la taberna ni la carpintería.

El misterio con la Virgen, San José y el niño Jesús no ha faltado en esta ocasión. Esta zona del Belén Viviente ha sido la más admirada por los visitantes que fueron buscando el mejor lugar para ver la representación de la ancestral escena de la adoración de los Reyes al Niño Jesús. Antes de esto, el alcalde, Luciano Huerga, saludó a sus Majestades.

Subieron a conocer el Ayuntamiento de Benavente y desde los balcones centrales recibieron la ovación de las decenas de personas presentes en la Plaza. Fue entonces cuando el alcalde les entregó las llaves de la ciudad.

Continuó después la celebración de esta visita real en las distintas carpas organizadas para la ocasión. Desde el Ayuntamiento se dispuso una carpa y un trono para cada Rey y allí fueron recibiendo a numerosos niños que les trasladaron su ilusión por la Noche de Reyes y les hicieron promesas para cumplir este 2020.