Las jornadas laborales de Jerónimo tienen horario de inicio, pero no siempre de finalización. "Como se suele decir trabajamos de sol a sol. Comienza a las cinco de la mañana en tiempo normal. En julio y agosto doblamos el trabajo y ya nos levantamos una hora antes".

El trabajo que ya queda atrás, comenzaba con la elaboración de la masa de pan, en la amasadora "bastante antigua, esta es muy lenta, hace la masa muy despacito. Tarda unos 45 minutos". De ahí la masa pasa a la pesadora, una de las máquinas que se ha ido modernizando con los años.

"Ya hemos comprado una más moderna, echas la masa para la tolva y ella sola va dividiéndola. Pero antiguamente con una balanza ibas pesando pieza a pieza. Hoy en día es imposible por la cantidad de trabajo. Una vez que están las bolitas están hechas pasan a los tableros a reposar un poquito. Si son largas, las pasas a la formadora para que se haga la barra y si son redondas, le das forma con la mano y las preparas un poco y se deja reposar tres cuartos de hora o una hora", explica el panadero recorriendo con su vista cada una de las herramientas que ha utilizado durante décadas. "Depende de muchos factores como la temperatura del local o la levadura que se utilice", explicaba. "Luego se mete al horno. En este de leña se meten una a una (explica señalando un antiguo horno con un diámetro de cuatro metros). En el otro, van con las bandejas".

El proceso de elaboración de pan del horno de leña unas cinco horas y han realizado piezas de un kilo, dos kilos y medio kilo y barras de pan. Isabel, la mujer, aparecía por el obrador con una banda en la que se podía leer "Miss Jubilación" y "eso que ella no se jubila", decía Jerónimo.

El trabajo no terminaba aquí, después llega la distribución en las tiendas o supermercados o gasolineras, y donde no hay tiendas a los vecinos, entre los dos, Isabel y Jerónimo. "La gente sabe el día y la hora y se toca el claxon y la gente sale. Es un método sencillo y el pan a la puerta de casa". Jerónimo decía orgulloso que "ésta es la panadería de Calzadilla y de muchos pueblos".

En la puerta de su pequeña tienda de pan y otros productos de repostería anunciaba el cierre por jubilación.