Solventados ya los problemas ocasionados por las riadas en la bomba de agua de la piscina, la Concejalía de Deportes no ha podido abrir al público ayer, como en principio se tenía previsto, porque las bajas temperaturas no han permitido que el agua alcance la temperatura mínima de 24 grados que exige la normativa. "La temperatura está subiendo medio grado cada doce horas, por lo que ha sido imposible abrirlas", explicó el edil.