E. Ponte

La lluvia incesante mantiene en alerta a los pueblos ribereños de la comarca de Los Valles, pendientes de la evolución de los caudales de los ríos Esla y Órbigo, y el afluente del Tera, el río Castrón. El último parte oficial de Confederación Hidrográfica del Duero, antes del cierre de esta edición, mantenía en nivel naranja a varias localidades de la comarca benaventana. Una de las zonas más conflictivas las que riega el Esla. De modo que en Bretó se registraba a las 20:15 horas el punto más caudaloso del Esla con 1.135,27 metros cúbicos por segundo. Mientras que en Castropepe el caudal del Esla alcanzaba a esa misma hora los 478,70 metros cúbicos por segundo.

Varios vecinos de Villanueva de Azoague, Ayuntamiento de Castropepe, se han visto obligados a emplear horas y horas vigilando el nivel del río. "Aquí tenemos una bomba sumergible para achicar el agua del pueblo de donde se meten las tuberías del agua sucia. Hemos bajado la compuerta para evitar que el agua del río entre ahí y de ahí al alcantarillado", explicó el alcalde. "Hemos arrancado la bomba ya de madrugada y nos saltaba la luz y nos hemos visto obligados a utilizar un generador. Desde las cuatro y media del miércoles no hemos parado de achicar agua", explica por la mañana. "Tenemos la complicación de que la compuerta para que no nos entre el río tampoco cierra bien", lamentaba. Los trabajos continuaron durante horas puesto que por la tarde continuaban trabajando en ello. En previsión a lo que se espera para el fin de semana "hemos ido a alquilar otra bomba".

También en nivel naranja se mantenían a las 20:15 horas las localidades bañadas por el Órbigo de Manganeses de la Polvorosa con un caudal de 299,62 metros cúbicos y tendencia al alza, y de Santa Cristina. El alcalde de Manganeses explicaba que "lo peor está por venir. De momento tenemos anegado el campo de fútbol y fincas rústicas". Mientras que el de Santa Cristina señaló que "ahora está estable, no hay peligro para el casco urbano".

En alerta naranja también permanecía Villaveza de Valverde, bañada por el río Castrón, afluente del Tera.

En Benavente, la Policía Local cerró al tráfico los accesos a la carretera que lleva al Ermitaño y la de la EDAR que estaba completamente anegada. Además por la mañana cerraron al acceso a las zonas arboladas del paseo de la Mota y el carril bici por fuertes rachas de viento de más de 90 kilómetros por hora. También recordaron la alerta de posible peligro de inundaciones en las zonas bajas y de confluencia de los ríos en el término municipal.