Las lluvias intensas del fin de semana comienzan a dejarse sentir en los ríos que confluyen en la comarca y la situación podría agravarse con la llegada mañana de la borrasca "Elsa", que dejará un temporal de viento y lluvia, especialmente entre el jueves y el viernes.

El río Eria, que no está regulado, se desbordó ayer en algunos puntos de la vega entre Morales de Rey y Manganeses de la Polvorosa, antes de desembocar en el río Órbigo. La estación de aforo quedó completamente anegada mientras que en Morales el cauce seguía creciendo. A última hora de la tarde el agua amenazaba la carretera entre ambas localidades. Las nevadas en zonas montañosas de la provincia de León asociadas a las lluvias de los últimos días, han hecho crecer prácticamente los caudales de todos los ríos. El parte de avenidas emitido por el Gobierno marcaba ya las referencias de alerta para el río Órbigo en Manganeses de la Polvorosa, y la referencia de alarma en la estación de aforo de Benamariel (León), a apenas 46 kilómetros de Benavente, la última antes de que río se adentre en la provincia zamorana.

El Órbigo sigue subiendo y además está recibiendo las aportaciones sin regulación del Eria. Ayer a las dos de la tarde marcaba un nivel de 2,74 metros y arrastraba un caudal de 193,5 metros cúbicos por segundo, diez más de la marca de la referencia, a su paso por Manganeses de la Polvorosa.

El río Esla entró en fase de alarma según los datos de aforo de Benamariel. A las dos de la tarde su nivel era de 3,50 metros (la referencia previa, de alerta, es de 2,74 metros) y bajaba con un caudal de 434 metros cúbicos por segundo antes de entrar en la provincia de Zamora por San Cristóbal de Entreviñas.

El río Tera era aparentemente el más tranquilo ayer. El parte de la guardería de la Confederación Hidrográfica del Duero indicaba subidas importantes en Puebla de Sanabria, antes de las regulaciones de los embalses. Sin embargo, en Mózar de Valverde comenzaba a arrojar los primeros indicios de crecida saliéndose de los espacios habituales y amenazando con una crecida. En Mózar de Valverde hay preocupación por lo que pueda ocurrir en los próximos días, sobre todo ante la posibilidad de que la presa de Nuestra Señora de Agavanzal decida levantar compuertas para aliviar la acumulación de agua. Cuando esto ocurre, las zonas más deprimidas del curso bajo del río terminan inundándose.

Aunque no hay ningún parte de aviso en relación con riesgos de inundación, si esta situación se mantiene podrían producirse avenidas en el área de influencia de la llama Y, en la confluencia del Tera y el Órbigo y el Esla, lo que afectaría a los términos municipales de Milles de la Polvorosa, Arcos de la Polvorosa y Santa Colomba de las Monjas.

De mantenerse la tendencia de subida del Órbigo y del Esla, y si se producen desembalses de agua del Tera en Agavanzal, el retorno de agua en la confluencia provocaría un nuevo episodio de avenidas. En el caso del Esla y del Órbigo, afectaría a la zona inundable del término benaventano y a Santa Cristina de la Polvorosa.