Los daños causados por chavales en una valla metálica de una propiedad privada colindante con el campo de fútbol de las escuelas de Coomonte de la Vega, en la calle J. Fernández Pataco, ha terminado en denuncia ante la Guardia Civil por un presunto delito de daños.

La propietaria del inmueble, que ha explicado que lleva meses pidiendo verbalmente al Ayuntamiento que construya un muro que separe el terreno de juego de su propiedad para evitar que los chavales salten cuando lanzan los balones por encima de su muro-valla, ha optado por remitir un escrito al Ayuntamiento.

La vecina hace responsable al Consistorio tanto de los daños causados por los chavales como de los riesgos de accidente grave que estos corren cada vez que saltan a su propiedad en busca de los balones.

Los reiterados saltos del muro, que está compuesto por una parte de tapial y otra superior de vallado de alambre entrelazado con postes, ha terminado por hacer ceder esta parte. De ahí los daños denunciados.

La vecina mantiene que, aunque ha pedido la reparación, el peligro de que se pueda producir un accidente es importante. Por este motivo pide al Consistorio que actúe creando un muro anterior que disuada a los chavales de saltar y que subsane los daños que se le ha ocasionado.

Del mismo modo mantiene que los chavales que saltan son tanto niños como adolescentes de mayor edad, "tanto en invierno como en verano", y advierte que si el Ayuntamiento no actúa tendrá que realizar un listado con todos los chicos implicados "y denunciarlos para que sea reparada la valla".

El alcalde de Coomonte de la Vega, Magín Rebordinos, explicó ayer que la Guardia Civil, tras la denuncia visitó la zona, y el Ayuntamiento ha remitido un escrito comunicándole a la propietaria la construcción de un vallado anterior, en terrenos del colegio cuya propiedad correspondería "al Centro Rural Agrupado de Morales de Rey".

Magín Rebordinos ha explicado que el Ayuntamiento no asumirá la reparación del muro y el vallado vencido. Mantiene que no es de responsabilidad municipal "que los chavales más mayores salten por las noches y comentan actos vandálicos" como los que han venido causando "en las persianas y cristales del colegio".

De hecho, el alcalde afirma que los niños pequeños no son capaces de causar el vencimiento del vallado (algo que rechaza la denunciante porque asegura haberlo visto de forma reiterada) y que los más mayores son responsables de esos daños, razón por la que incluso se ha colocado cartelería específica a las puertas de la escuela y del campo de fútbol prohibiendo el paso.

De cualquier modo, extremo que Magín Rebordinos afirma haber incluido en el escrito, el Ayuntamiento prevé resolver la situación construyendo una valla con alambre y postes metálicos de cuatro metros de altura por entre doce y catorce de longitud a partir del próximo mes de febrero.