Las cuentas de 2020 parten con una mayoría de buenos datos del Consejo de Cuentas en relación con la liquidación de 2018. Aunque por efecto de la contabilización de las amortizaciones de bienes municipales el superávit del ejercicio se quedó reducido a unos exiguos 2.117 euros, las arcas municipales lograron ese año los mejores resultados de tesorería y de remanente para gastos generales. Esta última magnitud, con 4,6 millones de euros, es la más alta de la historia municipal.

Los indicadores principales sobre la gestión de ese año recogen un descenso del ahorro neto, aunque pese a todo está muy por encima de los ejercicios anteriores. Los ingresos y el gasto por habitante fueron a la par con 877 euros, aunque los ingresos tributarios crecieron 39 euros por habitante. Según los datos del Consejo de Cuentas a partir del examen de la contabilidad municipal, la deuda financiera por benaventano es hoy por hoy de 459 euros (25 euros más que el ejercicio anterior) si bien el esfuerzo inversor municipal creció en el periodo cuatro puntos porcentuales y la carga financiera global alcanzó un 7,3%, la más baja de los últimos años. Benavente logró también reducir la dependencia de las subvenciones externas dos puntos y alcanzó un máximo en la inversión por benaventano: de 65,3 euros pasó a 109,3 euros por habitante.