Preparar a profesores, alumnos y a los servicios de emergencia sobre qué es lo que hay que hacer en caso de una emergencia real. Ese es el principal objetivo con el que los centros educativos de Benavente participan en la acogida de simulacros de incendios en las que cuentan con la colaboración especial tanto del cuerpo de bomberos como de los voluntarios de Protección Civil.

En la mañana de ayer la simulada situación de emergencia tuvo lugar en el colegio Virgen de la Vega. La alarma se hizo sonar a las 10:15 de la mañana y los profesores indicaron a los alumnos qué es lo que tenían que hacer para evacuar el edificio lo antes posible. Nada de recoger, ni de coger los abrigos. Al sonido de la alarma, los niños y jóvenes fueron colocándose en fila en cada clase y sin perder tiempo y sin amontonarse en los pasillos lograron salir al patio del colegio situándose donde los docentes les fueron indicando.

Mientras los integrantes del cuerpo de bomberos fueron revisando las instalaciones para comprobar que no quedaba ninguna persona en ellas y evitar así posibles incidentes.

Allí llegaron también los servicios de emergencias. La iniciativa, iniciativa propuesta desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana, continuó después con una actividad más distendida. Los más pequeños pudieron conocer de cerca el camión de los bomberos. La mayoría subieron y bajaron de él y otros no se animaron a hacerlo.

Los alumnos de Primaria fueron probando la fuerte presión de agua de las mangueras. A algunos les costó sujetarlas, pero aprendieron a abrir y cerrar la llave, instruidos por dos bomberos que acudieron a participar en la actividad, que también se realizará en distintos centros educativos a lo largo del primer trimestre.