Casi cuatro de cada diez habitantes empadronados perdidos en la ciudad desde el año 2012 eran inmigrantes. La población extranjera censada con todos los derechos en Benavente creció de forma notable desde 2005 hasta alcanzar su mayor cota en 2012 con 1.354 habitantes empadronados, pero a partir de ese momento comenzó a descender con la misma continuidad con la que prácticamente había crecido, según revela la serie estadística del INE sobre población por nacionalidades en el municipio benaventano.

Pese a la crisis, en ese momento en su punto más álgido, la población local también había crecido a un promedio anual del 2% y logró su mayor registró de su historia. Había en la ciudad 19.259 habitantes empadronados incluida la población extranjera. Ha sido el momento en el que Benavente ha estado más cerca de los 20.000 habitantes, lo que le hubiera permitido disfrutar de un estatus jurídico y fiscal diferente al dejar de depender de la Diputación Provincial de Zamora. A partir de 2012 esa posibilidad cuantitativa se ha ido alejando cada año un poco más.

En el caso de la población inmigrante de los 1.354 habitantes de 2012 se ha pasado a 913. El descenso, aparentemente ligado al igual que en el caso de la población local a los efectos económicos de la crisis económica, ha sido de casi el 33%. En esos seis años, la población extranjera pasó de ser el 7% del total del padrón al 5%. El descenso es de dos puntos y en cifras absolutas 441 personas fueron abandonando Benavente paulatinamente en ese periodo. En 2005 los inmigrantes empadronados en Benavente eran 650. Ocho años después la cifra se había duplicado. Por el contrario, seis años después de 2012 la proyección apunta a que entre 2020 y 2021 la proporción de habitantes extranjeros en el padrón benaventano puede caer hasta esa cota.

De cualquier modo, la pérdida de población en este periodo ha registrado cifras similares entre los empadronados españoles. Entre 2012 y 2018 el descenso poblacional total (españoles más inmigrantes) experimentado es del 6%, del 32,57% en el caso de la población foránea, y del 4% en la población estrictamente benaventana o española. No obstante, en 2012 los benaventanos constituían el 93% del padrón. En 2018 eran el 95%. El descenso también es de dos puntos.

Dicho con cifras absolutas: Benavente ha perdido en seis años 1.164 habitantes inscritos en el padrón. De ellos 441 eran residentes extranjeros y 723 benaventanos o de otras partes del país. La proporción aproximada es de cuatro a seis.

Hoy por hoy hay empadronados en la ciudad habitantes de cuatro continentes y de más de una veintena de países. Los europeos (incluye países de la UE y no comunitarios) son mayoría, seguidos de población americana, africana y asiática. No hay ningún habitante de Oceanía. Por nacionalidades, búlgaros y rumanos constituyen las comunidades con un mayor número de habitantes empadronados. Solamente estos dos países representan casi el 50% de la población extranjera local. Las comunidades marroquí y portuguesa les siguen a distancia, y muy alejadas de estas cifras brasileños, colombianos, paraguayos y dominicanos.

Aunque no hay una diferencia cuantitativa elevada en relación con el sexo de la población inmigrante, prevalecen las mujeres sobre los hombres: son el 55% de la población foránea.