Suma y sigue. La Ruta de Senderismo Ribera Santibañesa del Tera continúa incorporando motivos de interés para visitarla. De modo que se ha sumado al "geocaching" y son varios grupos de visitantes los que movidos por los "cachés" escondidos en la ruta los que la visitan.

Este verano, los promotores de la recuperación de este recorrido de algo más de ocho kilómetros por una ruta circular procedían a su inauguración tras un par de años de trámites y laborioso trabajo hasta lograr su homologación oficial como ruta de senderismo y ponerla así en el mapa nacional.

La celebración de la II Quedada Solidaria organizada por La Guarida del Lobo y Van@Life supuso para esta ruta dar un paso más en su difusión puesto que se crearon varios puntos del denominado "geocaching", una actividad con muchos seguidores que consiste en esconder y encontrar "tesoros" en cualquier lugar, y para ello se utiliza la ayuda de un GPS. Lo que denominan "realidad aumentada".

En la ruta de Santibáñez se han coloca una serie de 16 cachés con los que se pretende dar a conocer "la bonita zona de esta localidad, la playa fluvial y los alrededores", según explican en la página oficial de "geocaching.com".

El tipo de cachés utilizados son de carácter "tradicional" y de "pequeño tamaño".

Para realizar esta ruta "utilizamos una aplicación móvil que va buscando a través de las coordenadas las distintas ubicaciones de las cajas que hemos escondido. Cuando alguien encuentra alguna de estas cajas lo que hace es firmar la localización", explicó Javier Bodego, de La Guarida del Lobo.

"Es otra actividad de ocio más con la que se persigue promocionar esta ruta", añadió.

De momento las cajas escondidas son "tuppers" que poco a poco se intentará ir mejorando. "Esto es un primer paso. Hay algunas cajas escondidas entre la vegetación, otras camufladas. Pero la idea es poder ir mejorándolas o complicando el modo de abrirlas, pero necesitamos algo más de tiempo para poder llevarlo a cabo".

La búsqueda de esta ruta de "geocachés" deja al descubierto otros lugares cercanos en los que también hay escondidos "tesoros" muy buscados por gentes de distintos lugares. Lo cierto es que desde que se ha puesto en marcha el pasado día 10 ya han pasado por la ruta motivados por el "geocaching" siete grupos de visitantes.

Y es que muy cerca, en Camarzana de Tera hay otro geocaché, en la zona de la Villa Romana. De tamaño medio y de tipo "multi'. Las coordenadas iniciales llevan frente a la villa romana, donde hay un panel informativo, en el que aparecen las imágenes más representativas de los mosaicos, los cuatro caballos. Este geocaché forma parte de una actividad de divulgación para los alumnos del IES Los Valles de Camarzana de Tera.

Los geocachés están por toda la comarca y son una excusa perfecta para conocer el patrimonio natural y arquitectónico de los pueblos de la zona. Hay geocachés en las playas de Mózar y de Burganes de Valverde, en un agujero en una pared de Olmillos, en el camino de Bretó a Bretocino, en Benavente y San Cristóbal. Algunos como el del puente romano del Río Ceo se mantienen desde el año 2011.