San Pedro de Ceque rindió ayer homenaje a Rosario Rodríguez Freile nacida el 18 de septiembre hace cien años. El alcalde de la localidad la recibió en el Ayuntamiento y le regaló una toquilla bordada con su nombre. Posteriormente Rosario y su familia acudieron una misa y así supieron por boca del sacerdote que Rosario había sido bautizada por una mujer. La iglesia permite administrar el sacramento del bautismo a personas moribundas y este fue el caso de Rosario. Una nieta dibujó el relato de vida de su abuela. María del Rosario, cuenta, se casó con Venancio Verdes Alvarez, su gran amor de la niñez. Desde bien pequeños se agasajaban con cantares y poemas haciendo florecer ese amor con el que tuvieron 7 hijos, 14 nietos y 13 bisnietos.

Dedico su vida al hogar y a las labores del campo. Fue una mujer que siempre sacó tiempo para cuidar de tantos hijos y hacer lo posible para que hubiera una cazuela a compartir en la mesa sin importar ni el cómo ni de dónde poder sacarlo.

Durante años salía a las calles del pueblo a compartir anécdotas, sonrisas y divertidos momentos con amigas y vecinas, las cuales a día de hoy siguen siendo fieles compañeras cada vez que ella vuelve a su pueblo natal.

Ahora vive en Madrid con su hija Ana desde que su esposo se fuera hace tres años con 97 de edad. "Aún con algunas pérdidas tan duras como madre y esposa, es de enorgullecer verla siempre tan risueña, divertida y cariñosa, que siempre intenta ser la matriarca que una a todos sus descendientes. Y como dice ella "somos sus espejitos del alma" y es que al final se puede ver día a día lo buena persona que ha sido siempre".