Vecilla de la Polvorosa ha solicitado una subvención nominativa de 70.000 euros a la Diputación Provincial de Zamora para acabar con una década sin poder dar sepultura a sus vecinos en la localidad. La entidad local menor, que preside César Mayo, confía en que el compromiso de apoyo del presidente de la institución provincial, Francisco Requejo, al proyecto se haga realidad más pronto que tarde. Requejo se reunió con Mayo y con la alcaldesa de Morales de Rey a mediados de pasado mes y tras calificar la infraestructura de "prioritaria" se comprometió a apoyar la ejecución del nuevo proyecto.

La actuación ya está pergeñada negro sobre blanco, y así se lo ha hecho saber a la Diputación la entidad local. El proyecto está redactado y el Ayuntamiento mayor de Morales de Rey ya ha solicitado los permisos necesarios a la Confederación Hidrográfica del Duero y al Servicio Territorial de Sanidad. La Diputación tendrá que pronunciarse sobre el proyecto y posteriormente solicitará el visto bueno de Urbanismo a la Delegación Territorial de la Junta.

El nuevo proyecto sustituye al anterior, que las administraciones tumbaron porque no cumplía la normativa urbanística. Para desarrollar esta infraestructura en suelo rústico, un cementerio de unos 5.000 metros cuadrados, se necesita una finca de dos hectáreas. Vecilla ha buscado abundar por exceso para conseguir el visto bueno de todas las administraciones. El nuevo cementerio se asentará, tras una agrupación de fincas, sobre una superficie de casi 24.000 metros cuadrados. Para evitar problemas de inundabilidad por la proximidad del río, se recrecerá el terreno unos setenta centímetros y los muros del camposanto se construirán con zapatas. El nuevo cementerio solo tendrá nichos y se ha previsto la dotación de cuarenta.

Mayo confía en que todas las administraciones se impliquen y la Diputación, tras "las buenas palabras y la cordialidad" del presidente de la Diputación respalde con una ayuda nominativa íntegra esta infraestructura. Entretanto la realidad que vive el pueblo desde que no tiene cementerio sigue su curso. Damiana, una mujer muy querida en el pueblo, falleció con 97 años de edad la pasada semana. Tia del alcalde, "siempre quiso que la enterráramos aquí. No hemos podido cumplir su deseo", explica Mayo. Fue incinerada.