Pozuelo de Vidriales ha colocado el broche final a sus fiestas de la Juventud demostrando aquella frase que pronunció en su día el arquitecto Frank Lloyd Wright "la juventud no es más que un estado ánimo". Niños, jóvenes y mayores se han convertido durante los cinco días de celebración en auténticos protagonistas, que han disfrutado de diversas actividades como pasacalles de disfraces o reuniones populares degustativas.

El municipio ha celebrado este año sus fiestas principales, dedicadas a la Juventud, con campeonatos de Tute, Mus y Calva; Misas y procesiones; actuaciones infantiles; pasacalles de disfraces y toda una variedad de reuniones degustativas en las que han destacado, tal y como han afirmado los miembros de la Comisión de Fiestas de la localidad, la gran paellada, las tradicionales sopas de ajo y la chocolatada.

Los vidrialeses han roto la sensación térmica de descenso de temperaturas de estos días estivales con la ingesta del chocolate el lunes a las tres de la mañana y de las sopas de ajo esta pasada madrugada, a las cinco.

Los jóvenes del pueblo han sido los encargados de portar ironía y un gran sentido del humor a las jornadas, y han llevado a las calles del municipio a través de sus disfraces personajes conocidos como la cantante de copla Isabel Pantoja, el torero Juan José Padilla, los miembros de la serie televisiva La Casa de Papel o los personajes de dibujos animados los Minions, además de personajes "tipo" como las ancianas de antaño, los bebés gigantes, los arlequines o las hawaianas.

Desfiles de luz y de color en unos días centrales del mes de agosto en el que la Juventud de Pozuelo ha salido a las calles para dar visibilidad a las zonas rurales del valle y demostrar, han asegurado, que su municipio puede ser también lugar de encuentro festivo para las personas de pequeña, mediana y mayor edad.

La mágica también ha tenido cabida en los festejos juveniles de la localidad, y ha sido ofrecida por el "Gran Mago Julito", quien ha captado la atención de niños y mayores a través de su actuación "¡Deja que los sueños vuelen!". La celebración religiosa ha estado protagonizada por una Santa Misa y una procesión, llevadas a cabo a partir de la una de la tarde del sábado, y una Misa de Difuntos oficiada a las doce de la mañana del domingo.

El refrigerio protagonista en las celebraciones ha sido el tradicional Vermú, que ha seguido a las celebraciones religiosas.