San Cristóbal entró el miércoles en modo fiesta y no lo cambiará hasta que el domingo ilumine las calles del pueblo la traca final tras la corrida de rejones. La localidad rinde tributo festivo a su patrón, al que ya se procesionó el pasado miércoles en el primer día de fiestas.

El pregón, el chupinazo y la concentración de peñas marcó el inicio de los cinco días de festejos. Esa noche los más pequeños tuvieron un pintacaras y el grupo Morfeo amenizó la verbena hasta que una disco móvil tomó el relevo bajo la organización de varias peñas.

Ayer jueves la mañana estuvo dedicada a los más pequeños. Tuvieron juegos infantiles en el pabellón polideportivo y carrera de cintas. Por la tarde las actividades se trasladaron a orillas del río Esla, dónde como novedad este año ha habido hinchables acuáticos. Es un clásico de esta tarde una merienda a base de escabeche y limonada y, especialmente el concurso de empanadas. Hubo ayer un total de 16 participantes en la liza culinaria. Una empanada de conejo triunfó sobre las demás y le dio el primer premio del concurso al vecino Anastasio García. Una empanada de la vecina Rocío Rubio y otra de atún de Yolanda, fueron obtuvieron el segundo y tercer puesto del ranking de la degustación popular. Cada uno de los ganadores se ha llevado una cena en un restaurante de la localidad. Además el Ayuntamiento sorteó una noche con cena y spa en un establecimiento de Zamora. El vecino Jesús García fue el agraciado. Por la noche, el grupo Vértigo ofreció un concierto. Hoy viernes la localidad rinde homenaje a sus mayores con una recepción municipal en el Ayuntamiento. Chiqui-encierros, una suelta de novillos y vaquillas y un concierto de rock a cargo del grupo Alta Versión.