Las temperaturas que se están registrando desde principios de año han tenido, entre otras consecuencias, que las cigüeñas no abandonaran la comarca. Esta vez no reaparecieron en gran medida por San Blas porque no se habían marchado. La proliferación de estas aves está siendo tan notoria que además de en las zonas de anidación habituales están ocupando numerosas torres del tendido eléctrico de alta tensión. En Quiruelas de Vidriales, como se puede apreciar en las dos imágenes de arriba, y como si se tratara de una vivienda de dos pisos, conviven hasta más de una decena de ejemplares en dos de estas torres que están separadas entre sí por apenas cien metros de distancia. Bajo ellas se encuentra el acceso desde la N-525 y desde la población a la autovía Rías Bajas (Benavente-Orense-Vigo)