"En el caso Benavente tenemos una fosa con un perímetro marcado donde se coloca finalmente ese puño. La importancia del espacio radica en qué, al contrario de otros contextos y países, los monumentos a los asesinados durante el conflicto no se encuentran en los centros de los municipios sino sobre las fosas", explica. El investigador destaca que el "valor adicional" que puede tener el monumento de Benavente "con este perímetro y con las cadenas con un espacio ritualizado para que los familiares u organizaciones puedan hacer homenajes, como IU, la colocación del puño de piedra nos habla de otra circunstancia que es la filiación política, el motivo final por el que estas personas fueron asesinadas. No fueron asesinadas por una lucha entre hermanos como el franquismo quiso hacernos creer, no somos un pueblo cainita, sino que fueron víctimas de una depuración política". A su juicio, el puño, como referencia explícita a la ideología de estas personas "nos hace asociar que esa violencia no lo es sin más, que a estas personas no se les deba piedad como a cualquier otro fallecido, sino que debamos celebrarlas como luchadores y como personas que defendieron la república española y un proyecto de justicia social con el podemos identificarnos o no".