Risas y diversión aseguradas. Una vez más han vuelto a salir a la calle los toros hinchables gigantes para la animación de los más pequeños. La iniciativa, organizada por la Asociación Benaventana del Toro Enmaromado (ABTE), congregó a niños y mayores en torno a la zona del toril para ver la salida del divertido encierro urbano para los más peques. Con algo de retraso sobre la hora prevista salió primero una ambulancia hinchable, emulando los servicios sanitarios que no pueden faltar en cualquier evento taurino, y le siguieron después varios novillos de pelo negro y castaño que hicieron las delicias de los aficionados taurinos.

El recorrido por las calles céntricas arrastró un numeroso grupo de gente que fueron tomando el relevo por tramos. Desde la zona del toril viejo, comenzó el encierro siguiendo el recorrido del toro hasta la Rúa. A su llegada a Santa María numerosas personas esperaban el animado encierro en las vallas y otros a pie de calle para sumarse a la diversión.

Algunos niños se resistieron a ponerse delante de los toritos de plástico y otros se animaron a realizar cortes, a tocarlos cariñosamente y a probar suerte en las carreras para no ser embestidos. Las carreras siguieron hasta la zona de Juan Carlo I y de ahí se hizo el trayecto hasta La Madera donde el encierro descansó. Este año se ha optado por celebrar este encierro en jornada de sábado puesto que no ha habido en esta ocasión la celebración de gigantes y cabezudos que en sucesivos años se han ido celebrando.

Mientras los encierros de toros hinchables se desarrollaba, en las peñas ha continuado la animación y la diversión. Algunas han optado por salir a animar las calles con sus charangas y otras celebraron sus propias actividades.

Es el caso de la peña Garrafón que contó con numerosos hinchables, algunos de agua para los niños. Otras peñas, como la San Isidro, celebraron esta fiesta el viernes. Por su parte, Gente del Torosaca sus carretones a la calle para el disfrute de los niños y la animación de las tardes festivas.