Conciliador, el enmaromado de esta tarde, no logró llegar al matadero, ni siquiera por el recorrido alternativo. Estuvo hora y media en la calle hasta que se decidió meterlo en un cajón para no prolongar más el festejo. El astado alcanzó la calle Los Carros, donde finalmente se llevó al cajón, y se lo tomó con tiempo.

En su recorrido dejó algunas contusiones, pero no hay que lamentar ninguna cogida por asta de toro.

Con esta carrera se pone fin a los enmaromados este año y comienza ahora la labor de hacer cumplir la ordenanza y valorar las carreras para mejorar de cara al próximo año en aspectos como evitar que la multitud se aproxime tanto al toro por la parte de atrás, según explicó el alcalde, Luciano Huerga.