Las jotas que acogió ayer el salón de actos de la Casa de Cultura han sonado a despedida. La del curso promovido desde el Ayuntamiento de Benavente un año más con el fin de acercar bailes y sones tradicionales a todo aquel que lo desee, pero también de Marcos García Fernández, profesor de este curso, amante de los sones tradicionales y uno de los responsables del grupo Shalom, de Santa Cristina de la Polvorosa, que en 2017 ya celebró sus 25 años conservando el folclore tradicional.

Con la vista puesta en el cielo por la amenaza de lluvia, los alumnos de este curso de jotas se dieron cita en el patio de San Juan ataviados con trajes típicos y optaron finalmente por actuar en un reducido escenario de la Casa de Cultura.

16 años han pasado ya desde que el Ayuntamiento apostara por incorporar esta formación entre los cursos que oferta cada año en su propuesta cultural del año. En esta ocasión son 24 los alumnos que se han mantenido hasta final de curso, y muchos de ellos llevan otros 16 años disfrutando de los bailes tradicionales en este grupo. "No hay un perfil de alumno, el más joven tiene unos 5 años y hay una mujer con más de setenta", señaló el profesor.

La actuación de despedida estuvo repleta de sones tradicionales de la provincia de Zamora. Los alumnos disfrutaron con bailes de Aliste, de la Carballeda o de la comarca del Tera. Sonaron también las panderetas y entonaron tres canciones populares: una canción de boda, la popular "morena" y "Los Molinos". Además, "tienen tres o cuatro bailes infantiles que descienden de la provincia leonesa, de Castrocalbón, y en esta ocasión lo cantan los niños y lo bailan los mayores", explicó García.

Una clausura muy emocionante, marcada por la despedida de Marcos de sus alumnos.