Adoración González Cardo, nacida en San Cristóbal de Entreviñas hace cien años, ha celebrado su cumpleaños rodeada de su familia en el Hospital de la Piedad de Benavente. Afirma su familia que Adoración es una mujer muy querida tanto en Benavente como en su pueblo natal, San Cristóbal de Entreviñas, así como en las diferentes localidades donde ha estado compartiendo su vida con sus hijos; y explica igualmente que no está muy clara su fecha de nacimiento, ya que ella siempre lo celebró el 9 de mayo, aunque en todos los documentos oficiales consta el día 27 de este mes.
De cualquier modo, Dora, como la llaman sus cinco hijos, celebró su cumpleaños con nietos, conjuntamente con sus maridos y esposa, y también con sus biznietos. Con esta reunión familiar conmemoraron el acontecimiento, para lo cual se organizó una misa en la capilla del Hospital de La Piedad y posteriormente una comida familiar, donde ella disfrutó en todo momento de su gran familia y donde estuvo visiblemente emocionada y alegre, "como siempre".
Procedente de una familia de tejeros (aquel ancestral oficio de fabricar las tejas de las viviendas que fue muy valorado por aquellos tiempos) en San Cristóbal de Entreviñas. Se casó con Froilán con el que formó una extensa familia compuesta por cinco hijos Froilán, Maura, Auri, Nardi y Luis, aunque no siempre la vida le sonrió, ya que otros dos de ellos, Froilán y Felicísimo murieron a edad muy temprana. El matrimonio trabajaba en el campo hasta que su marido, debido a una importante enfermedad, murió a los 50 años, por lo que sus hijos se vieron obligados a buscar trabajo en Benavente, pero también a otras localidades mucho más lejanas como Valladolid, Castellón y Móstoles aun siendo muy jóvenes. Sin embargo, eso nunca le desanimó ni le hizo perder la sonrisa ya que siempre disfrutaba de su familia y de todos los acontecimientos y celebraciones donde las llenaba de alegría. Adoración ha residió en su pueblo natal, mientras que la salud se lo permitió, y posteriormente fue cuidada por sus hijos hasta que hace unos años, debido a los cuidados que necesitaba, pasó a residir en Hospital de La Piedad.
