El Ayuntamiento de Morales del Rey y la Consejería de Fomento han firmado un convenio que permitirá la rehabilitación de dos viviendas municipales con el fin de destinarlas a alquiler social para familias vulnerables. Se trata de una actuación que se llevará a cabo en un edificio municipal en desuso y en avanzado estado de abandono, según explica la alcaldesa, Elsa Fernández, que cuenta con una planta baja y dos viviendas en sendas alturas, de unos 90 metros cuadrados cada una de ellas. "El Ayuntamiento preocupado por la despoblación, el trabajo para empresas locales y la creación de empleo local ya en el año 2016 solicitó ayuda a la Junta de Castilla y León, a través del programa "Rehabitare", para la rehabilitación de viviendas destinadas a familias más necesitadas".

Las obras previstas en estas viviendas, ubicadas en un inmueble cercano a la Casa Consistorial, supondrán una inversión por parte de la administración regional de 40.000 euros, sin IVA. "Será la Junta quien adjudique la obra, aunque nosotros le hemos pasado relación de empresas de la zona que pueden realizar estos trabajos que requerirán un contrato menor', añadió la alcaldesa. Los trabajos deberán finalizar este año.

El edificio en concreto fue construido hace 50 años, según explica Fernández, y no ha contado con tareas de mantenimiento ni reparaciones en este tiempo. "Están en condiciones pésimas que según informe técnico no están en condiciones de habitabilidad, faltan aspectos como salida de humos, hay goteras, grietas en las paredes, y no cumple con la eficiencia energética".

La Junta pretende mejorar las condiciones de habitabilidad de estas casas y para ello se eliminarán los problemas de humedad y se mejorará su aislamiento, con la sustitución de la carpintería de puertas y ventanas entre otras actuaciones. También se renovará el saneamiento y el sistema de calefacción.

Esas dos casas se incorporarán al parque público de viviendas para ofrecerlas a colectivos de especial protección en régimen de alquiler social. Una de las viviendas ha estado ocupada por una familia de escasos recursos que podría ser adjudicataria de una de las viviendas una vez reformada, pero eso lo tendrán que decir los técnicos.