El Grupo Clece y la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que regenta el asilo del Hospital de la Piedad, están pendientes de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOUB) número 15 que permitirá la reforma interior del edificio BIC para adaptar la residencia a la nueva normativa regional para efectuar un traspaso en la gestión que la mercantil ya ha calificado de viable, según ha podido saber este periódico en fuentes laborales.

La modificación número 15 del PGOUB elimina las restricciones urbanísticas que hasta ahora impedían o constreñían la realización de reformas interiores en edificios protegidos y en edificios BIC sean estos públicos y privados. Los cambios previstos tras la aprobación inicial por el Pleno del Ayuntamiento de Benavente permitirán, por ejemplo, la instalación de ascensores, y en el caso del Hospital de la Piedad, acometer la adaptabilidad del espacio a la nueva normativa para residencias de mayores.

Tras la aprobación inicial el Ayuntamiento recabó una decena de informes preceptivos a instituciones y organismos. Hoy por hoy tienen fecha prevista de recepción el informe del Servicio Territorial de Fomento, y el informe de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura. Ambos llegarán en cuestión de días. Del tercero, que le compete a la Diputación Provincial y que fue de los primeros en recabarse, no hay noticia. Hasta que todos los informes no estén en el Ayuntamiento no se podrá afrontar la aprobación definitiva y la remisión a la Junta de Castilla y León, que en última instancia deberá aprobar la modificación.

A la espera de que la normativa urbanística municipal deje sin efecto las restricciones que todavía rigen en este edificio, las Hermanas de los Ancianos Desamparados habrían alcanzado un acuerdo con el Grupo Clece, que considera viable tanto la reforma del edificio como la posibilidad de asumir la gestión y la prestación del servicio. En juego hay 17 puestos de trabajo y según ha podido saber este periódico, la plantilla está esperanzada en que Clece desembarque finalmente en el Hospital de la Piedad en el menor tiempo posible, facilitando así la salida de las religiosas.

Los representantes legales de la Congregación en Madrid confirmaron en enero los contactos con varias empresas para dar continuidad a la prestación del servicio manteniendo residentes y a los trabajadores. Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados hace años que tomaron esta decisión y así se lo habían comunicado hace tiempo tanto al Patronato del Hospital de la Piedad y a las administraciones local y regional. La falta de vocaciones, su interés por incorporarse a otros destinos nacionales de la orden y, sobre todo la inviabilidad de asumir reformas internas marcadas por la nueva normativa residencial de la Junta tanto por su trabajo como por su coste, habían decidido a la congregación a salir de Benavente de forma irremisible. No obstante, esta salida estaba condicionada a buscar plaza para los ancianos y a causar el menor quebranto posible a los trabajadores.