La Policía Local halló muerto en su vivienda a un vecino de 71 años de edad el pasado lunes después que un familiar expresara su preocupación por los intentos reiterados y fallidos de contactar con él. El familiar había preguntado a un vecino que hacía una semana que no lo veía y que advirtió que tenía correspondencia acumulada en el buzón. Los intentos de contactar con él en tres números de teléfono habían sido infructuosos.

Una patrulla de la Policía acudió al domicilio y llamó a la puerta sin obtener contestación. Los agentes comprobaron que una ventana de la vivienda estaba abierta con la persiana bajada, y en el garaje no se podía apreciar si estaba su vehículo. La Guardia Civil acudió también al domicilio confirmando la situación.

Finalmente, la Policía puso los hechos en conocimiento del juzgado de guardia y solicitó una autorización judicial para acceder al domicilio, lo que se consumó a media tarde después de que un cerrajero requerido por la guardia civil abriera la puerta. Los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil hallaron al hombre fallecido en la cama del dormitorio de la vivienda. La juez activó el protocolo de intervención.