El Ayuntamiento benaventano, tal y como estaba previsto, llevó a cabo el martes el segundo ejercicio del proceso selectivo para la provisión de dos plazas de bombero conductor que entrarán a formar parte como funcionarios de carrera en el Servicio de Extinción de Incendios de Benavente.

Los nueves aspirantes con derecho a presentarse por haber superado el anterior ejercicio, debían superar ocho duras pruebas de carácter físico que permitan al Tribunal establecer, mediante los baremos y ponderaciones establecidas en las bases de la convocatoria, que el opositor tiene una condición óptima en cuanto a las capacidades y habilidad físicas básicas para el desarrollo del puesto de trabajo como bombero conductor.

"Teniendo en cuenta que esta evaluación de la condición física está íntimamente relacionada con la salud de los opositores, estas pruebas deben ser supervisadas por profesionales cualificados, tal y como recoge la Ley 3/2019, de 25 de febrero, de la Actividad Físico-Deportiva de Castilla y León que entrará el próximo 5 de junio, regulando que los profesionales cualificados son los preparadores físicos en la especialidad en rendimiento físico", informó en un comunicado de prensa el Colegio de Educadores Físico-Deportivos de Castilla y León (COLEF).

Según establece esta ley la cualificación necesaria para ejercer este servicio corresponderá a los titulados de grado o licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. "El Ayuntamiento de Benavente, queriendo garantizar los derechos en cuanto a salud y seguridad de los opositores, ha apostado por solicitar el asesoramiento externo al Colegio Oficial de Educadores Físico-Deportivos de Castilla y León, entidad representante de estos profesionales. Se trata, por tanto, de un ayuntamiento que salvaguarda con las máximas garantías los derechos de los opositores de ser evaluados en las mejores condiciones profesionales", explica en la nota de prensa.

A raiz de esta colaboración y de la próxima entrada en vigor de la ley, COLEF se ha ofrecido como interlocutor con la administración pública, como ha ocurrido en Benavente, para resolver cualquier duda sobre profesionalización de los servicios técnico-deportivos.