Benavente cerró 2018 con buenas noticias económicas tanto en lo que tiene que ver con el comportamiento del paro registrado y las contrataciones, como en el número global de afiliaciones a la Seguridad Social, que crecieron seis décimas en comparación con 2017.

La situación laboral de la ciudad mejoró en términos de desempleo de forma importante al descender el paro registrado un 8,8% en la comparativa interanual.

El descenso, que constatan tanto la comparativa de paro acumulado durante el ejercicio como en la comparativa de medias mensuales, dejó a Benavente al concluir el año con un desempleo medio de 1.647 personas, lo que sitúa el paro registrado local en los niveles del año 2009.

Benavente alcanzó su cota máxima de desempleo en marzo de 2013. Ese mes batió el récord de parados con el presente sistema de medición de desempleo. En las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo había registradas como oficialmente en situación de desempleo, 2832 personas.

Desde ese techo, el descenso del desempleo ha sido paulatino pero sostenido. Entre marzo de 2013 y la actualidad el paro ha acumulado un descenso del 42%, esto es, ha ido mejorando a un ritmo interanual del 7%. Si se aplica esta proyección, Benavente, aunque con casi 1.600 habitantes empadronados menos que cuando comenzó la crisis en 2007, tardará casi tres años en recuperar los niveles de desempleo de los años anteriores a la crisis. Esto es, necesitará un trienio para que la media mensual de parados vuelve a situarse en el arco de entre 1.100 y 1.300 desempleados. Salvo que los efectos del Plan Territorial de Fomento y, singularmente, la instalación de dos fábricas en Villabrázaro se nutran en gran medida del desempleo local para cubrir los 450 empleos directos que están anunciando, junto a otras iniciativas locales en ciernes o que estarán desarrolladas a corto plazo, como es el caso de Gadisa (con 50 empleos) y a superficie comercial del Grupo Lupa, con otro par de decenas de puestos de trabajo.

La mejoría de la situación laboral experimentada en 2018 también tuvo reflejo en las contrataciones, aunque la demanda de empleo sigue siendo contenida. En la comparativa interanual, los contratos crecieron un 3,75% en comparación con el ejercicio anterior, y como viene siendo habitual, fue el sector servicios el impulsor de la mayoría de estas contrataciones.

Aunque de una manera tan regular como ha ocurrido con el desempleo, las contrataciones han mejorado con altibajos desde el año 2012 hasta registrar el pasado año una media de 425 contratos al mes. De nuevo, salvo que las acciones de estímulo emprendidas en el marco del Plan de Fomento Territorial de Benavente no se dejen sentir pronto, la proyección aplicable al crecimiento de la demanda de empleo tardará entre cuatro y seis años al menos para situarse en niveles de antes de la crisis (2006-2008).

Al igual que los datos de contratación, los que determinan el número de afiliaciones a la Seguridad Social, aun siendo positivos, están muy lejos de recuperar los niveles de antes de la crisis. Aunque en comparación con 2017, y en gran medida impulsados por una mejoría de las afiliaciones en el Régimen General, el número de afiliados creció un 0,65%, hay una diferencia de 1.071 afiliaciones netas con los datos registrados en 2008.

Significativamente, hay más trabajadores en el Régimen de Autónomos que había en 2008, aunque el dato de 2018 sea ligeramente inferior a los años anteriores.

La mayor parte de la pérdida de afiliados a la Seguridad Social desde el comienzo de la crisis se produjo entre los trabajadores por cuenta ajena.