J. A. G.

El Ayuntamiento de Benavente ha elevado a la Fiscalía Provincial de Zamora una denuncia contra el Pub Trastos después de que el propietario haya transgredido la suspensión de la actividad y la clausura del local rompiendo en varias ocasiones los precintos policiales.

El local fue clausurado por orden municipal al no disponer de agua corriente y acumular una deuda de más de 21.000 euros con la empresa concesionaria del servicio, Aquona, y con el Ayuntamiento benaventano.

Los precintos no han sido un obstáculo para que el propietario accediera en diversas ocasiones al establecimiento, según recogen varios informes de la Policía Local que atestiguan su rotura, alguna de ellas con apercibimiento de los agentes y desoimiento del propietario.

El Ayuntamiento ha puesto los hechos en conocimiento de la Fiscalía Provincial de Zamora ante la posibilidad de que el quebrantamiento de la orden de precinto municipal pueda ser constitutiva de un delito de Desobediencia a la Autoridad tipificada en el artículo 556 de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal

Este artículo establece que serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho meses, los que, sin estar comprendidos en el artículo 550, resistieren o desobedecieren gravemente a la autoridad o sus agentes en el ejercicio de sus funciones, o al personal de seguridad privada, debidamente identificado, que desarrolle actividades de seguridad privada en cooperación y bajo el mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

El propietario del pub fue notificado en mayo de 2016 por transgredir las condiciones impuestas a la actividad, al carecer de suministro de agua potable. La Alcaldía decretó el precinto pero el propietario solicitó un aplazamiento para el abono de la deuda contraída con el Ayuntamiento, así como autorización municipal para la ejecución de obras de acometida de abastecimiento de agua potable.

En septiembre de 2018 dejó de satisfacer la deuda y se comprobó que no había ejecutado la acometida, y que el local no disponía de agua potable. Los informes y las quejas vecinales motivaron el precinto del pub a finales de septiembre del año pasado. Desde entonces "se ha constatado en diversas ocasiones el quebrantamiento del precinto por parte del titular de la actividad, poniendo de manifiesto los informes de la Policía, que se viene celebrando actividades en el interior, con las consiguientes quejas vecinales y la actitud intencionada en el quebrantamiento por parte del titular.