La gran densidad de población de venados en la comarca, con especial incidencia en territorios cinegéticos del Tera o de Vidriales, viene propiciando monterías con resultados positivos de capturas o con acusada timidez en una buena parte de ellos. En el primer caso, se encuentran el grupo de 36 cazadores participantes en la montería organizada este pasado sábado en Calzada de Tera.

El coto de caza San Vicente lograba en su segunda montería un total de 8 ciervas abatidas, la primera estuvo organizada en el mes de octubre y dedicada sólo al jabalí. "Un buen resultado en una excelente jornada de caza", aseguró el presidente del coto de caza de Calzada de Tera, el joven Cristian Álvarez.

El cada vez más creciente número de población de venados viene dando quebraderos de cabeza a no pocos agricultores que ven afectados sus cultivos, sobre todo viñedos en la primera época de brotes. Una circunstancia, junto a la baja rentabilidad del producto y falta de relevo generacional, que ha venido provocando el abandono de viñedos. Y ello, en muchos casos, de procurar vallados o cercados para las fincas. Ya no se ven afectadas únicamente las más proximas a la zona de monte, sino en cualquier área de los territorios. Los venados no entienden de terrenos, sólo de lugares más apetecibles para su comida y los retoños de las viñas son muy agradecidos. Grupos de estos animales proliferan con mayor frecuencia por los campos afectando a cultivos e, incluso, peligrando la seguridad de la circulación en carreteras.

La gestión de algunos cotos en sus planes cinegéticos ha venido a demandar de la Administración un mayor número de monterías a corzos y ciervos, sobre todo de las hembras. Y no sólo casi en exclusiva a las dedicadas a jabalíes. La caza de hembras sería lo que lograría reducir la numerosa población de venados. Circunstancia reclamada por agricultores y cazadores de los núcleos rurales. Sin embargo, esta postura choca abiertamente con los arrendatarios de precintos de caza mayor a los que prima más la batida de ejemplares machos. Ello obedece, según varios cazadores consultados, a que a algunos cotos "no les interesa" la captura de hembras con el fin de contar con una mayor presencia de machos en la época de celo. Sin lugar a dudas, a mayor número de hembras la población de venados se incrementa, año tras año, como se aprecia por los campos de la zona.