Gadisa fue el primer operador comercial en fijarse en Benavente a finales de los 90 para poner en marcha un proyecto centro comercial con galerías. En esa época llegaron a presentar proyectos hasta cuatro grupos de inversión distintos. Sólo el de Gadisa ha fraguado al final y han tenido que pasar 20 años. En esta entrevista, su director general, habla de dos décadas de peripecias de un proyecto que durante años quedó en suspenso.

-¿En qué se diferencia su proyecto original de 1998 con el actual, habida cuenta de los numerosos cambios que ha experimentado el sector y también la normativa?

-Esto arranca con un proyecto que no solamente era un centro comercial con una galería comercial, como en aquellos años pensábamos que era el negocio, y arranca con una parte inmobiliaria importante. Aquello quedó en papel mojado con la modificación de las Normas Urbanísticas. De las más de 200 viviendas que se podían construir aquí, al final nos hemos quedado con 70 y con unos números de aprovechamiento muy diferentes por la edificabilidad, con lo que vale hoy el suelo para viviendas, que vale nada.

-¿Ese fue el escollo que les hizo parar con el comienzo de siglo?

-Fue un palo gordo que nos hizo pensar en si continuar o no. Financieramente la compañía puede soportar mantener estos activos más tiempo y el negocio principal nuestro es la actividad de supermercados y de la distribución y por eso hemos decidido continuar y seguir adelante. Es verdad que el proyecto ha cambiado porque el edificio inicialmente iba a ser más grande para meter galería comercial con pequeños locales pero los tiempos cambian y los hábitos de los consumidores cambian también. Nos lo hemos tenido que replantear, porque el nivel de inversión cambiaba de una forma u de la otra, el formato de negocio. Hemos ido a una tienda grande parecida a la inicial pero sin locales comerciales metidos dentro de una galería.

-¿Pero sí se mantiene un espacio de ampliación?

-Se ha reservado una parcela para lo que es un parque de medianas o un mall (paseo comercial) de otros locales comerciales que no hemos puesto en el mercado porque vuelvo a repetir, hasta hoy (por el viernes) yo no tenía claro que esto podía salir adelante hasta que hemos firmado, porque cualquier cosa podía pasar y hay un cambio en un gobierno, o un técnico? lo que ha pasado en estos últimos veinte años. Por eso no nos hemos atrevido a poner en el mercado este suelo.

-¿Es de tal calibre la incertidumbre que provocan los técnicos y los políticos en los negocios en todos los sitios igual o lo que les ha ocurrido en estas dos décadas en Benavente es, digamos, excepcional?

-Para nosotros ha sido un caso excepcional. Bueno centros de estos los tenemos repartidos por toda la geografía gallega y castellana. Aquí al lado en Salamanca hemos tenido un proyecto con complejidades urbanísticas mayores que las que hubo aquí y en cuestión de un año se ha solucionado y el proyecto ha salido sin problema. Aquí yo creo que han concurrido cincuenta mil temas. Todo se ha cruzado en el camino y era una cosa detrás de otra y tienes que mantener un espíritu de no derrotarte porque si no esto hubiese quedado retirado.

-Este tipo de trabas y de problemas desanima a los inversores ¿Qué opinión tiene desde la experiencia?

-Yo ahora miraría para adelante, porque la verdad es que en estos dos, tres, últimos años la situación para nosotros, no puedo hablar de terceros, pero para nosotros la situación ha cambiado, la actitud política y técnica de creer en el proyecto y en la inversión que al final traes aquí, que será de 7 millones cuando hayamos terminado toda la instalación con todo, ha sido muy importante.

-¿También la creación de empleo ha crecido de unos 40 a 50 puestos?

-Sí, serán 50 puestos de trabajo directos al final. Teníamos la selección hecha y las personas ya seleccionadas porque pensábamos estar funcionando en el mes de septiembre cuando terminamos las obras y aquello se torció. Entre que se demoró un poco la obra, después aparecieron las grietas los repises, y se demoró el tema, no por el Ayuntamiento, sino porque entre que presentamos el final de obra y se paró la recepción. A mi me llamó el alcalde y yo me enteré por él de los problemas que había. Así no se podía entregar evidentemente, así que decidimos ejecutar las reparaciones.

-¿Estos repises fueron más bien fruto de la mala suerte que de otras circunstancias?

-Yo creo que sí. Contratamos a una ingeniería externa muy costosa pero queríamos saber qué había ocurrido, entre otras cuestiones por determinar posibles responsabilidades. Se hizo un trabajo a conciencia.

-¿Con todo resuelto ya, que fue lo que ocurrió?

-Todo parece indicar que antes de asfaltar los viales llovió mucho. El agua se acumuló formando piscinas pero al secarse la tierra se compactó. Al asfaltar encima el agua desapareció y se produjeron los repises. Esta es la explicación. Los contratos son como son y los contratos con las constructoras están sujetos a plazos y nosotros nos estábamos jugando una apertura en el mes de septiembre y la constructora un plazo para terminar la obra. Quizá se todas las prisas. Hasta que no llegó el verano y el calor el problema no dio la cara porque cuando llovió fue en febrero. La nave por ejemplo, porque hubiera significado más retrasos. No tuvo sin embargo ningún problema porque estaba cubierta.

-Cuando Gadisa se fijó en Benavente lo hizo con un estudio de mercado que estimaba en 23.000 millones de pesetas las ventas de fuga que se iban cada año a Zamora, Valladolid y León. ¿Esto ha cambiado?

-El mercado ha cambiado absolutamente. Tanto el consumidor como los distribuidores. El cambio es total y radical. Puede haber ventas de fuga, pero hoy Benavente tiene ofertas líderes en el mercado nacional como son Mercadona o Lidl. Es diferente. Nosotros hemos cambiado también.

-¿Qué perspectivas de desarrollo del plan parcial a nivel residencial tienen?

-Pues en este momento ni nos lo hemos planteado, porque hasta que esto estuviese firmado era secundario. No sé cómo es la situación en el mercado aquí, pero no lo hemos valorado. Es a partir de ahora cuando debemos pensar qué hacemos, aunque esta es una compañía familiar muy saneada afortunadamente, no tenemos necesidad, y tampoco somos promotores de vivienda aunque el negocio se ha diversificado también hacia el tablero, el gas y la logística.