El centenar de piezas de las iglesias del territorio zamorano de la Diócesis de Astorga que se hallan en el Palacio de Gaudí o Museo de los caminos ha rozado las 100.000 visitas durante el año 2018. Este es el «importante» balance divulgado por su director, Víctor Murias Borrajo. Una cifra que roza los 100.000 visitantes, es el balance del que puede presumir el palacio de Gaudí en Astorga o Museo de los Caminos, casi 10 veces más que la población que tiene la ciudad bimilenaria.

Tanto a través de la entrada general, como jubilados, peregrinos o estudiantes, las visitas a la colección museística que alberga el insigne edificio, la mayoría de ellas de nacionalidad española, aunque una buena parte proceden de paises europeos y del resto del mundo, contemplan la importante colección museística entre las que se encuentran las piezas procedentes del territorio zamorano. Obras de importante significado histórico y rico valor artístico se hallan distribuídas por las diferentes salas del palacio museo de Gaudí. Otras más se hallan en los sótanos del edificio en fase de catalogación y musealización.

Desde la época romana, pasando por la visigótica, mozárabe, alto medieval o ricas tallas y tablas románicas, del renacimiento y del barroco, el visitante tiene ante sí piezas como estelas funerarias, vasijas y restos cerámicos de la época romana, capiteles y columnas mozárabes de la portada sur de la iglesia de Ayoó de Vidriales, sobre el antiguo monasterio o del siglo XV los sarcófagos y clave de arco de lucillo sepulcral de los Pimentel, procedentes del antiguo convento de San Román del Valle. Coetánea también la pieza de un fragmento de retablo o frontal de la iglesia de Molezuelas de la Carballeda.

El recorrido por el Palacio de Gaudí y Museo de los Caminos es, a la vez, un periplo por la historia del territorio zamorano de la Díocesis de Astorga con la presencia de estelas y fragmentos de la época romana en los campamentos de Petavonium en Rosinos de Vidriales. La vasta y rica colección permite contemplar tallas de San Pedro y de San Pablo en madera policromada, del siglo XVI, de Ayoó de Vidriales. Al igual que una rica escultura de autor anónimo del siglo XIII, en madera policromada, representando a la Virgen sedente con niño, procedente de la iglesia de Villageriz. Una escultura de San Roque, del siglo XV, de la iglesia de Santibáñez de Vidriales o dos tablas del siglo XVIII que se encontraban a ambos extremos del Sagrario, en el altar mayor de la iglesia de Santibáñez de Vidriales representando, una a la Visitación de la Virgen a Santa Isabel y, la otra, el Nacimiento de Juan Bautista. Tallas de Vilabrázaro del siglo XVI como la de San Lucas o del siglo XVIII como la de San Miguel Arcángel, un hostiario de plata de Olmillos o cruces de bronce, románicas, de Villabrázaro y Olmillos.