Cientos de niños y sus familiares salieron ayer a las calles céntricas de Benavente a recibir a los Reyes Magos que vinieron repartiendo ilusión y muchos caramelos a su paso en cabalgata.

Pasadas las siete de la tarde comenzaba su recorrido por la ciudad desde la avenida de Maragatos, muy concurrida por niños y mayores, para adentrarse en una iluminada calle Herreros en la que algunos pequeños no dudaron en abalanzarse hacia los caramelos, a pesar del poco espacio que dejaban las engalanadas carrozas.

En Santa María continuó la ilusión, y el desfile real lo abrió una carroza con más de una veintena de niños que han decidido este año colaborar con esta cabalgata, ataviados con trajes especiales para la ocasión. A su paso, Melchor, Gaspar y Baltasar y también sus ayudantes repartieron 800 kilos de caramelos. No faltaron en esta ocasión adultos y niños cargados con bolsas de plástico para hacer más fácil la carga de los caramelos recogidos y algunos fueron hasta algo temerarios a la hora de lanzarse a por los preciados dulces.

La llegada de los Reyes de Oriente a la Plaza Mayor fue muy aclamada por los más pequeños. Allí el Belén Viviente, realizado por la Asociación de Familias Numerosas, presentaba un Niño Jesús de apenas prácticamente días. Hasta el provisional portal de Belén llegaron los esperados Reyes Magos, tras recorrer un escenario preparado para la ocasión en el que no faltaron aderezos como un pozo, un puente o hasta un pequeño arroyo y una huerta. Los Reyes fueron recibidos por el alcalde, y después hicieron entrega de sus ofrendas al Niño Jesús. El acto continuó con la entrega de la llave de "las casas de todos los niños" por parte del alcalde a sus majestades, antes de que Melchor se dirigiera a los niños desde el balcón de la Plaza Mayor.