La politóloga y presidenta de la Red Transnacional de Mujeres, Rosario Zanabria Gutiérrez, ha participado en las Jornadas Municipales para la conmemoración del 40 aniversario de la Constitución Española, con una ponencia sobre "La Constitución Española y la inmigración", en la que intervino para defender la igualdad, la diversidad y la ciudadanía. Zanabria cree que la democracia debe fortalecerse y apunta algunas reformas en la Constitución que la población inmigrante reclama desde hace tiempo.

—¿Qué papel juega la Constitución en la protección de los derechos de los inmigrantes?

—Hablar de inmigración es hablar de Derechos Humanos y, en ese contexto, creo que situar la movilidad humana en España y en el mundo es hablar de uno de los temas de valor añadido. Es un tema por excelencia de trascendental importancia porque la movilidad humana habla de desplazamientos de personas que se dan todos los días y en un porcentaje importante sin protección y sin salvaguarda de los derechos humanos, fundamentales porque todas las personas, indiferentemente del lugar de donde hayan nacido, que normalmente uno no ha elegido, tienen unos derechos inherentes a su condición de ser humano. Y para eso los protege la Declaración Universal de los Derechos del Hombre a lo que los estados del mundo están obligados. La Constitución española, por su puesto, recoge un tratamiento adecuado y organiza y normaliza la vida de los ciudadanos en España, aquellos que habitan aquí y que son de origen nacional. Pero también para los ciudadanos extranjeros. Es hablar en esencia de los Derechos Humanos, que comportan una serie de derechos y obligaciones a los que estamos avenidos todos los que vamos a residir en España, comprometidos a salvaguardar una convivencia pacífica y armoniosa.

—¿Cree que políticamente se toman medidas para lograr esa convivencia pacífica y armoniosa de la que habla?

—La inmigración es un drama del que tienen responsabilidad los estados y las personas. Es un tema que va más allá de la política, es un tema de humanidad. España en toda su historia ha tenido situaciones de conflicto interno y también situaciones humanitarias donde se ha volcado en búsqueda de apoyo el mundo entero. Le han tendido la mano. Cuando le sucede al resto de personas también España tiene que ser sensible y humano.

—¿Cree que se gestiona bien la inmigración desde el estado español?

—La gestión es algo que también está regulado. En eso España no es que haya llevado el listón muy alto. En esta última coyuntura, el presidente Sánchez ha tenido gestos importantes y está gestionando. Todo el procedimiento está regulado, la acogida, cuántas personas deben estar... Europa no ha calificado bien, se ha comprometido a incorporar el territorio europeo y, sin embargo, las personas se están muriendo a la vista de todo el mundo y no estamos siendo sensibles. No solo el estado, sino también las organizaciones.

—¿Y la ciudadanía tampoco ha estado a la altura?

—La gente responde bien, y responde con sus propios pecunios y apoyos naturales aun cuando la norma no lo contempla. En ese sentido, la Ley de Extranjería contempla cuáles han de ser las situaciones de los extranjeros y cada uno de los supuestos están regulados. Lo que ocurre es que el procedimiento administrativo en Extranjería es muy complejo. Habría que gestionarlo de un modo más humanitario y más eficaz. Es verdad que eso es sinónimo de presupuestos. Hay una serie de trámites que limitan la capacidad de integrarte plenamente en España. Ahí es donde están las limitaciones que hay que mejorar.

—En el marco constitucional, ¿qué aspectos cree que deben contemplarse para su reforma?

—El tema del derecho al voto y la participación política es un tema que venimos pidiendo los extranjeros. Con los comunitarios se ha podido reformar en la Constitución. Para el tema de los extranjeros se aplica el principio de reciprocidad, eso condiciona a las personas que podríamos tener ese derecho de participación política. La reforma pasaría por la participación política y que no esté condicionada al principio de reciprocidad que recoge la Constitución.

—Como presidenta de la Red Transnacional de Mujeres, cómo valora el argumentario de partidos políticos como el de Vox que aboga por la eliminación de la Ley contra la Violencia de Género?

—Es un mal sueño. Esto que acaba de pasar es tremendo. Es digno de poner una reflexión a todos porque se ha avanzado bastante en temas de igualdad pero queda muy alto el listón para la igualdad, la equidad. La justicia en términos de desigualdad es impresionante, es estructural y tenemos que marcarnos un reto muy importante. Ningún retroceso. Eso tiene que ser una agenda compartida por todos los partidos políticos, nos tenemos que plantar porque debería ser política de estado. Cuando tienes conquistas, que además se han conseguido con mucho esfuerzo, el retroceso es muy grave. O tomamos buena nota del tema o vamos a tener problemas mayores.

Perfil

PERÚ. Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, abogada, vocal del Foro para la Integración Social de los Inmigrantes y del Foro Regional para la Inmigración de la Comunidad Autónoma de Madrid y presidenta de la Red Transnacional de Mujeres. Entre otros reconocimientos este año recibió el Premio Manuel Antonio Mesones Muropor ser fiel Defensora de los Derechos de la Mujer Inmigrante y también como reconocimiento por haber sido fundadora de ARIPERÚ en España.