El plan contará con una presupuestación detallada a tres años vista en el primer mes de 2019 y para ese momento el grupo de trabajo confía en que a la iniciativa se hayan sumado con financiación específica el Gobierno y la Diputación Provincial de Zamora.

Así lo anunciaron ayer tanto el viceconsejero de Economía y Competitividad de la Junta, Carlos Martín Tobalina, como el alcalde de Benavente, Luciano Huerga. Aunque en el borrador de medidas del Plan de Fomento ya figuran la Diputación Provincial y el Estado como posibles copartícipes de la iniciativa, la propuesta oficial se acordó ayer en Benavente y se plasmará en una carta dirigida a ambas administraciones en los próximos días.

El Ayuntamiento de Benavente confía en arrancar algún tipo de subvención nominativa del Estado, y el grupo de trabajo, que ayer lo trató así, considera que la Diputación de Zamora debe apoyar la iniciativa tal y como ha hecho la Diputación de Salamanca con el Plan de Fomento Territorial de Béjar. El grupo se ha dado un plazo de dos semanas para enviar y recibir una respuesta de las dos administraciones.

El encuentro de ayer en Benavente sirvió para concretar los nuevos planes de la hoja de ruta del plan, que en el caso de las inversiones logística en Benavente pasa por anular el plan parcial del Benavente III vigente y aprobar la redacción del nuevo siguiendo las directrices del estudio de viabilidad redactado por la consultora Arup. La redacción del nuevo plan parcial contará con financiación específica de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente a través de la Dirección General de Transportes, que aportará 300.000 euros.

El alcalde de Benavente explicó que, a la luz de experiencias anteriores en materia de subvenciones, se ha pedido a la Junta la flexibilidad suficiente en la justificación de las ayudas y de las inversiones que se realicen para no "incurrir en errores pasados". Huerga se refería así a la devolución de ayudas que el Ayuntamiento tuvo que afrontar por el programa Reindus en 2016. "Este tipo de proyectos a veces se alargan en el tiempo, es difícil cuantificar los plazos, y es necesario que haya prudencia para que las ayudas sean para lo que son y redunden en un mejor futuro para la ciudad", argumentó.

Huerga subrayó el "comportamiento de lealtad y unidad" que está marcando el cierre de este plan y reiteró su llamamiento a todas las administraciones "para que se involucren en el proyecto que también es fundamental para la Comunidad Autónoma, y que Benavente se convierta en la puerta del transporte y la logística".

La necesidad de "aunar esfuerzos y posturas" para lograr que la comarca se reindustrialice es una premisa que también destacó el viceconsejero de Economía y Competitividad de la Junta Carlos Martín Tobalina.

El plan se llevar´´a efecto en un plazo de tres años y pondrá en valor "un programa intensivo de medidas". Por ello reclamó "trabajar conjuntamente y dejar de lado cuestiones más políticas y aliarnos en un futuro empresarial que se necesita en esta comarca".

El plan no solo "tiene buena pinta", según palabras del viceconsejero, sino que dará respuesta con inversión en infraestructuras a "necesidades vitales" para la comarca. "Benavente debe de ser la plataforma del noroeste de la península ibérica y esta oportunidad llega ahora" cuando también "está llegando la demanda de inversiones".

El viceconsejero insistió en que el plan de Benavente "es un plan de todos" y explicó así el intento de que "el Gobierno y la Diputación estén también, porque es una cuestión de necesidad que escapa a idearios políticos. Los ciudadanos de la comarca van a entender que estemos de la mano impulsando un proyecto a corto plazo con muchas posibilidades de éxito", apostilló.