Si hay un colectivo cultural en la comarca que apuesta firmemente por las tradiciones, sin lugar a dudas es la asociación "las Pozas", de Morales de Valverde. Desde la fundación de la asociación, hace pocos años, y que cuenta ya con un registro de 250 socios, una de las premisas pasa por la recuperación de oficios antiguos y no dejar a un lado las tradiciones que son comunes.

La recolección de uno de los frutos de temporada, el de las castañas, pone en bandeja al grupo de socios para intentar que no se pierda la antigua costumbre del asado de los frutos y su degustación en comunidad. Por ello, el pasado fin de semana se ha retomado el magosto con una serie de talleres creativos que vinieron a combinar la tradición con la innovación. El asado y degustación de castañas con la elaboración de calabazas luminosas aprovechando la moda de celebrar la fiesta de Halloween. Esa festividad importada que viene empujando cada vez con mayor fuerza en el sector poblacional infantil y juvenil.

No obstante, la asociación cultural y micológica "las Pozas" de Morales de Valverde no quería ceñirse únicamente en el magosto y la fiesta de Halloween, sino que quería aprovechar la mayor presencia de residentes foráneos para compartir una cena de convivencia. Y lo hizo en el local de la asociación. Un encuentro ante mesa y mantel como si de una asamblea general se tratase, porque se debatía el futuro programa de actividades a organizar por el colectivo cultural.

La cita festiva servía también para sopesar llevar a cabo alguna actividad relacionada con la micología, dado que esta temática consiste en uno de los objetivos fundacionales, pero ante la escasez de setas esta temporada se opta por la suspensión de alguna salida al campo y muestra expositiva de la recolección como estaba previsto, confirmaron desde la asociación "las Pozas".

Sin embargo, en mente está ya el carnaval del próximo año en el que este colectivo cultural ha logrado, después de dos décadas en suspenso, retomar las ancestrales figuras de carnestolendas como el toro, los novios o los jurrus y las birrias cuyas representaciones escénicas han tenido una repercusión transfronteriza. Estas figuras emblemáticas de carnestolendas forman parte ya del acervo cultural de Morales de Valverde al igual que los oficios más tradicionales.