Cerca de un centenar de personas, entre niños y familiares, participaron en San Pedro de Ceque en la noche "más terrorífica" del año. Una velada en la que la imaginación y la alegría, entre algún que otro sollozo con la complacencia de los participantes, se hacían notar desde los primeros momentos de esta fiesta de Halloween que viene empujando con fuerza en los últimos años en las localidades de la comarca.

San Pedro de Ceque reunía a 45 niños y otros tantos familiares en la fiesta de la víspera del Día de Todos los Santos, en la fiesta de Halloween, la de los muertos vivientes y de las brujas. Incluso se recreó un museo de escenas terroríficas con los pequeños como protagonistas de la disposición y confección de elementos y disfraces.

Nada era ajeno a la recreación escénica en una de las dependencias del edificio de usos múltiples. Los participantes ya venían contagiándose en los días previos del ambiente de Halloween con un taller de calabazas decoradas y luminosas, así como un taller repostero en el que han primado los dulces con la temática propia de la fiesta que se iba a celebrar en la tarde noche antes de la llegada del Día de Todos los Santos.

De este modo, el centro social y cultural se llenó de terror, del terror imaginario desde el momento que los pequeños se adentraban en el edificio disfrazados de brujas, muertos vivientes, de personajes de ultratumba. Una merienda servía para reponer fuerzas ante el desfile callejero en el que los pequeños no dudaron en llamar a las puertas de las casas para mostrar a sus convecinos de que ellos celebraban la fiesta terrorífica. Que todo era una fiesta, a pesar de ir disfrazados para infundir temor. La complacencia vecinal se traducía en el truco o trato con el obsequio de dulces a los pequeños.

La llegada de nuevo al edificio social vino agradecida con la degustación de una chocolatada.

Así vivieron en San Pedro de Ceque los pequeños y sus familiares la fiesta de Halloween que se viene organizando en esta localidad desde hace una decena de años de la mano de la monitora Arancha Majado con la colaboración municipal.

San Pedro de Ceque ha sido en la comarca una de las localidades pioneras en celebrar a nivel institucional esta fiesta "terrorífica" en su día, en la noche del 31 de octubre. Un festejo que se viene organizando también en establecimientos hosteleros de la zona, aunque en muchos de ellos aprovechando el fin de semana.