La instalación de una sirga o cable de acero cruzando un camino en el término de Ayoó de Vidriales provocó este viernes la caída de un ciclista y, como consecuencia, la luxación en el codo izquierdo.

La mañana del viernes, festivo por ser el Día del Pilar, no se le olvidará por mucho tiempo a José Luis Sánchez García, un turolense que disfruta de estas jornadas del puente con sus familiares de San Juanico el Nuevo. Un avezado de la bici de montaña y amante la naturaleza no podía creer lo sucedido en su propia carne.

Su ruta prevista de 40 kilómetros con una Ghost -una bici de montaña de alta gama- a través de caminos de los términos de San Juanico, Brime de Sog, Santibáñez, Congosta y Ayoó se quedó truncada en este último término porque al descender el vial y poco antes de una curva se topó con un tirante que cruzaba el camino.

Un cable de acero, una sirga, estaba instalada cruzando su vial. A pesar de la pericia del joven ciclista, la frenada no fue suficiente para que la rueda delantera chocase contra el cable, arrancándose de uno de los anclajes y llegando a enredarse en la rueda, lo que provocó la caída del ciclista. Un desplazamiento al suelo que le provocó una luxación en el codo izquierdo y algunas magulladuras.

Sus familiares, desplazados hasta el lugar alertados ante la llamada del herido, le trasladaron hasta el hospital de Zamora donde fue atendido de la rotura en el brazo.

Peligro para la vida

José Luis Sánchez, ya escayolado y con la rabia contenida porque se instalen estos artilugios cruzando los caminos, formuló al mediodía de ayer sábado en el cuartel de la Guardia Civil de Benavente una denuncia a la que ha tenido acceso este periódico, con el fin de que se investiguen los hechos y que éstos no vuelvan a repetirse. "Los caminos son para circular, no para poner trabas y menos aún de este tipo y peligrosas para la vida de un ciclista", advertía ayer el herido mostrando su bicicleta en San Juanico el Nuevo, el lugar donde disfruta de estos días del puente festivo junto a sus familiares.

La sirga instalada en el camino de Ayoó de Vidriales venía sujeta a dos anclajes similares a los utilizados para las cercas de ganado, los denominados pastores eléctricos. El problema mayor estriba en la utilización de estos instrumentos cruzando el camino con el perjuicio de ocasionar accidentes, sobre todo a ciclistas. Más aún, instalados en puntos concretos donde la visibilidad se hace menor. Su altura de instalación a medio metro de altura confiere una mayor vulnerabilidad a los amantes de la bici que circulan por los caminos agropecuarios.

A José Luis Sánchez la caída le provocó la luxación posterior del codo izquierdo, no obstante el peligro pudo originar consecuencias mayores y todo ello debido a la irresponsabilidad de algunos desaprensivos.