A finales de la primavera de 2017 un vehículo entró en la travesía Alfonso IX desde la calle Santa Clara de madrugada. Se paró a la altura de la primera ventana, que a esa hora tenía la persiana bajada. El vehículo se detuvo el tiempo suficiente para que sus ocupantes realizaran, aparentemente sin bajar del vehículo, casi una decena de disparos que atravesaron la persiana. Los proyectiles llegaron a impactar contra la pared del interior de la vivienda, en la que había varias personas, entre ellas un niño de corta edad. Los disparos no causaron heridos. La intención de los autores era amedrentar a los residentes. La investigación policial se centró pronto en la hipótesis de que los disparos constituían un mensaje contra la familia gitana que habita la vivienda. El Juzgado de Instrucción número 1 de Benavente se hizo cargo de las diligencias tras el suceso y su titular decretó el secreto de sumario para facilitar la investigación de la Guardia Civil que ahora acaba de culminar con el esclarecimiento de los hechos y la detención de los presuntos autores.