Una empresa especializada llevó a cabo ayer la retirada de unos 40 metros de red de tuberías de abastecimiento de la calle Herreros, realizadas a base de fibrocemento, para su renovación. Para la retirada de los tubos confeccionados con la mezcla de cemento y asbesto o amianto siguió un protocolo con el que se pretende preservar la seguridad de los trabajadores y también de carácter medioambiental.

La actuación llevada a cabo está enmarcada dentro de las obras de rehabilitación y pavimentación de la calle Herreros. La red de abastecimiento de esta calle que estaba formada tuberías de fibrocemento próximas a alcanzar su vida útil. Conforme al Real Decreto 1406/1989, de 10 de noviembre, se prohibe la comercialización y la utilización de esta fibra y de los productos que la contengan, aunque se permite su uso en aquellos ya instalados hasta su eliminación o el final de su vida útil. "Lo que pretendemos es dotar a la ciudad de unas infraestructuras modernas. Adecuarlas a los nuevos tiempos. Donde hemos hecho obras, no solo en Santa María y García Muñoz, también en Las Eras y San Isidro, se han ido sustituyendo todas las tuberías de fibrocemento por otras de nuevo diseño", explicó el alcalde, Luciano Huerga.

Para la retirada de la red de fibrocemento que existía se ha tenido en cuenta la especial peligrosidad que estos trabajos representan para la salud de los trabajadores, debido a que la liberación de fibras del amianto está asociada con la asbestosis, mesotelioma y cáncer de pulmón. Por ello, su retirada se ha llevado a cabo conforme al Real Decreto 396 de 31 de Marzo de 2006, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto y en el que se establece un protocolo de actuación para la retirada de la red de la zona la cual debe estar debidamente señalizada.

Los trabajadores, que deben estar cualificados para tal fin y equipados con las medidas de protección individual indicadas por normativa, procedieron a la señalización de la zona advirtiendo del riesgo de amianto. Tres operarios procedieron a la retirada de la tubería, a primera hora de la mañana. Tras su retirada se fue precintando herméticamente para su traslado posterior a la planta de gestión autorizada.