El Servicio Territorial de Cultura de la Junta es proclive a la conservación y exposición de todos o de parte de los restos hallado en la necrópolis medieval próxima a la iglesia de Santa María, aunque la decisión definitiva sobre su destino se tomará en la reunión de la próxima ponencia.

En las dos últimas semanas se han delimitado los hallazgos, que consistirían finalmente en cuatro cubiertas de sarcófago o de tumbas y diversas piedras, y se ha excavado para realizar la extracción, que aún no se ha consumado en algunas piezas.

Los restos hallados datarían de los siglos XII o XIII coincidiendo con la construcción de la iglesia de Santa María, según ha avanzado la arqueóloga que trabaja sobre el terreno al Ayuntamiento. Tanto las lápidas como las tapas de los sarcófagos serían de esquisto, una roca metamórfica de estructura laminar, que resulta de la transformación de la arcilla sometida a grandes presiones. Las tapas, con hendiduras una y otra con una representación geométrica de un ser humano con los brazos en alto (un dibujo humano antropomórfico), serían las más valiosas, aunque los informes no están finalizados y habrá que esperar a conocer la importancia real de cada una de las piezas.

En cualquier caso las dos tapas, que se colocaban sobre el ataúd, corresponderían a familias con un cierto estatus, según las hipótesis que se barajan.

El informe definitivo no estará listo hasta la semana que viene aunque se cree que las cubiertas de las cuatro tumbas fueron reutilizadas porque se removieron de su ubicación original y su datación se correspondería con los primeros años de la necrópolis.

Toda la explanada frente a la entrada principal de Santa María estaría ocupada por parte o toda la necrópolis, aunque las obras de construcción de centros de transformación en la zona hace más de 40 años, pudieron acabar con su fisonomía original. La destaparse entonces las cubiertas de piedra se desplazaron y se volvieron a recolocar como material de sustrato aunque en lugares y en posición diferente. Es posible también buena parte de los enterramientos desaparecieran entonces.

En la iglesia de Santa María se conserva una pequeña lápida recuperada de aquellas obras, según informaron fuentes municipales.

Dependiendo de cuál se la posición de la Junta de Castilla y León y de los informes de la arqueóloga del servicio es previsible que, como ocurriera con restos similares hallados en la muralla de Zamora, se marquen los puntos exactos de los hallazgos con adoquines de color diferente y que las piezas desenterradas, si no todas sí las más valiosas, sean recuperadas y pasar a ser expuestas en algún museo o en algún punto concreto de la ciudad.