Nadia Otnami era empresaria y viajaba con regularidad de España a Francia. En 1998 defendiendo a su hermana de su cuñado quedó tetrapléjica tras recibir tres disparos por la espalda. Se recuperó en Toledo y en 2004 decidió abandonar su empresa y dedicarse a defender los derechos de la mujer migrante. Preside desde entonces la Asociación Al Amal en Torrejón de Ardoz.

Ayer por la tarde, narró su experiencia vital en La Encomienda, en el marco de las II Jornadas Técnicas sobre Interculturalidad que tendrán continuidad hoy mañana con otras actividades.

Nadia, de origen marroquí, decidió dedicar sus empeños en la defensa de género de las mujeres marroquíes y de otras razas en la convicción de que una mujer migrante tiene que enfrentarse a una doble discriminación. Pero su labor en la asociación, de ayuda y asesoramiento, trasciende también a toda la población marroquí a la que encarecidamente recomienda que abandone su dependencia de la asistencia social pública en pro de la autonomía el empoderamiento.

La de Nadia fue la segunda conferencia, en formato de diálogo, de estas segundas jornadas técnicas. Con anterioridad Cristina Mateos, responsable del Centro Municipal de Atención al Inmigrante habló de la atención social desde la perspectiva de género e intercultural. Mateos dio a conocer su experiencia con el grupo de mujeres inmigrantes, integrado por once nacionalidades distintas incluida la española, y su apuesta por cambiar la visión de que la acción social labora en este campo como si estuviera restringido a un gueto.

Davianna Peña Candelario, representante de Afroféminas, una comunidad en línea para mujeres afrodescendientes protagonizaba al cierre de esta edición la tercera de las conferencias programadas. Davianna tenía previsto hablar de la racialización y de la invisibilización que sufren las mujeres pero también las personas de diferentes razas en la vida cotidiana. Las mujeres o las niñas, sean gitanas o afrodescendientes, no salen en los libros de texto o en los catálogos de juguetes. Luchar por su visibilización es uno de los objetivos de Afroféminas.