El más madrugador de los últimos años y probablemente desde que se conoce el fenómeno de la luz equinoccial de la iglesia de Santa Marta de Tera, así se vislumbró este rayo luminoso.

El silente haz de ayer jueves 20 de septiembre, irradiaba ya siete minutos antes de las 10:00 hora del reloj o las 08:00 hora solar, adentrándose el sol por el óculo del testero de la iglesia de Santa Marta de Tera. Se producía así el fenómeno que anuncia el equinoccio de otoño.

El momento particular fijado en el calendario para el próximo 23 de septiembre, a las 01:54 hora solar, será el instante a partir del cual se abre el otoño, por eso se llama equinoccio otoñal, igual duración del día a la de la noche.

Un rayo luminoso que penetra en el templo románico durante unos tres días anteriores y otros tres posteriores del paso de una a otra estación. No obstante, la singularidad de este fenómeno en la iglesia de Santa Marta de Tera la confiere su proyección sobre el ya afamado capitel de la columna izquierda que soporta el arco del triunfo del presbiterio y que viene a representar según algunos estudiosos al alma de la santa patrona de la iglesia, Santa Marta, elevándose a los cielos o también al Resucitado. La figura asexuada sobre una mandorla, sujeta por dos ángeles, ha sido objeto de estudio de teólogos en consonancia con los propios de la astronomía y de la arquitectura, del exacto alzado del óculo situado en la parte superior del frontal de la nave del testero y por donde se adentra el rayo solar en el momento preciso.

Simbolismos aparte, el fenómeno luminoso suele atraer a un nutrido grupo de curiosos ávidos de contemplar este rayo equinoccial que se produce en la iglesia románica de Santa Marta de Tera. En esta ocasión en el equinoccio otoñal y el 21 de marzo en el equinoccio primaveral.

Desde ayer jueves y hasta el lunes 24 de septiembre el templo románico abre sus puertas, a partir de las 09:30 horas, para ver el rayo luminoso.

Los visitantes, tras contemplar el fenómeno lumínico, pudieron visitar la rica colección museográfica del camino jacobeo que se encuentra en el inmueble contiguo, el del antiguo palacio de los obispos de Astorga mandado construir por el obispo Acuña de Avellaneda en 1550, en la época del emperador Carlos V y del Papa Julio III. El escudo del prelado y los medallones de ambas figuras históricas dominan la portada renacentista de este edificio destinado como museo.

La asociación amigos del monasterio de Santa Marta organiza este sábado, tras contemplar el rayo de luz, el III concierto de la luz equinoccial con la actuación de la Schola Gregoriana Gaudete de Zamora interpretando un amplio repertorio de temas de cantorales medievales.