Han tenido que pasar dieciocho años para que los documentos custodiados desde el año 2000 en el Centro Cultural Soledad González, a modo de depósito y con carácter provisional, se trasladen al espacio habilitado en la planta superior del Ayuntamiento de Benavente de la Plaza Mayor, donde se ubica el Archivo Municipal, con la colaboración desinteresada del Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo.

De modo que se da un paso más para poner en valor los fondos con los que cuenta el Archivo Municipal de Benavente, que dispone de un gran volumen de documentación y destaca la "ausencia de lagunas cronológicas", convirtiéndole en un "fondo de grandes posibilidades para todo tipo de estudios sobre el norte de la provincia", según recoge el informe provisional sobre los recursos del Archivo Municipal, realizado durante el inventariado realizado en 1989, por un equipo dirigido por José Luis Rodríguez de Diego, facultativo del Archivo Nacional de Simancas.

La documentación, cuyo traslado ya ha comenzado, incluye los fondos más antiguos de este Archivo Municipal como son los Privilegios Reales otorgados a la villa desde el siglo XII al siglo XV, desde la repoblación de Fernando II hasta la entrega de la villa a Juan Alfonso Pimentel, en 1398.

Esta documentación "ha sobrevivido gracias al celo de las generaciones responsables de su custodia, bien es cierto que parte de ella se perdió por el camino, pero la conservada es testigo de primera mano de la historia de la población y de sus gentes y forma parte, por tanto, del patrimonio cultural, tanto de la villa como de su tierra", según recoge el libro "Privilegios Reales de la Villa de Benavente (Siglos XII-XIV) editado por el Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo y el Círculo de Benavente, en el año 1996.

Estos Privilegios Reales y otros documentos de gran valor histórico han estado custodiados en el mobiliario especial para la conservación documental. Según explica el archivero municipal, Juan Carlos de la Mata, en marzo de 2003, se adquirió mobiliario específico "destinado a la custodia de documentos de especial valor histórico y que requiere de unas especiales condiciones de seguridad y conservación", como son los Privilegios Reales. Pero también mobiliario destinado a conservar planos, dibujos, secciones facticias de archivo, material fotográfico, bocetos, carteles, láminas originales y otros materiales de especial interés documental.

De modo que además de los documentos se traslada este mobiliario a la planta superior del Ayuntamiento de Benavente. Por un lado, un armario ignífugo de alta seguridad fabricado en chapa de acero de primera calidad y dotado con una cerradura de seguridad blindada antitaladro de magnesio. El armario adicionalmente está dotado de puntos de anclaje fijos, estantes regulables en altura de doble utilidad. Y en el interior tiene un forro que forma una cámara de 55 milímetros con instalación de material ignífugo. Sus dimensiones son 1.800 x 600 milímetros. Hay también dos planeros, compuestos por dos módulos de cinco cajones, de dimensiones exteriores 1.360x1.000 milímetros, con una construcción muy rígida y sin deformaciones.

Los Privilegios Reales se custodian en uno de estos planeros, con otros documentos, algunos de ellos restaurados por el Centro de Restauración de Simancas entre 1999 y 2000; también custodia este planeo los planos del proyecto de la Casa Consistorial de Benavente (1842), del antiguo cementerio municipal (s. XIX), y de las antiguas Escuelas de los Niños (1860).

El segundo planero alberga láminas a plumilla, obra de Viforcos y un cartel original de las Fiestas del toro, obra de José Luis Alonso Coomonte. También se custodia en este planero la fotografía de Charles Clifford de Benavente, la más antigua que reproduce una imagen de Benavente, adquirida en una subasta en el año 2006.

Esta fotografía es una de las adquisiciones patrimoniales que el Ayuntamiento de Benavente adquirió a través de la compra directa a libreros, subastas, ferias especializadas y legados testamentarios, "siempre orientados al enriquecimiento de los fondos documentales de nuestra villa", según recoge Ledo del Pozo en su libro "Patrimonio Recuperado".

Aunque ya hace dos años se anunció el traslado de todos los fondos a este espacio ha sido necesario un trabajo de reordenación de los fondos y de eliminación de aquellos que la normativa permite.