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-¿El de la deforestación es un problema específico en Brasil?

-Y del mundo. En el que estamos todos implicados realmente. No es cuestión, responsabilidad o culpa solamente de los brasileños. Pero concluyendo sobre lo endemismos, no es que nos interese en sí encontrar cuales son las áreas de mayor riqueza de especies de planarias, sino que como las planarias son muy sensibles se pueden usar como bioindicadores. Donde hay muchas especies de planarias tienes evidencias indirectas o indicios de que la riqueza de otras especies de animales o plantas también es muy elevada. Las planarias son como una especie de grupo zoológico que sirve de paraguas. Si en un bosque hay muchas especies de planarias muy probablemente habrá muchas otras especies de animales y vegetales.

-¿Endémicas o no?

-¿Endémicas o no? Está bien la pregunta. ¿Por qué las planarias tienen una distribución muy restringida, hay aquí pero no allí? Porque los cambios ambientales las perjudican. Son animales como babosas, son lentas, y un área abierta naturalmente, por ejemplo un río, es una barrera. Entonces, si hay una riqueza de especies de planarias en general hay riqueza de otros grupos animales por dos motivos: porque el bosque ha estado conservado durante mucho tiempo y porque ha estado aislado por barreras en general naturales. Crestas de montaña, ríos, o áreas abiertas con climas seco, son barreras. Si un bosque ha estado 10 millones de años aislado de otro por un río ha habido un proceso de especiación y las especies que han surgido no han salido de ahí, de planarias o de cualquier otro animal.

-¿Cuántas especies de planarias terrestres están identificadas?

-Más de 900 en el mundo. En América del Sur unas 300 y 200 en Brasil. Pero yo tengo otras 200 no descritas en el laboratorio.

-¿Quedan entonces muchas por describirse?

-Tal vez quede por describirse una décima parte. Las que yo tengo en el laboratorio no descritas son de las regiones mejor conocidas de Brasil. Donde han venido todos los científicos, digo han venido porque los primeros eran europeos, que las estudiaron en el estado de Rio de Janeiro, São Paulo, Santa Catalina, Rio Grande do Sul... Y muy poco más fuera de esas regiones. Y yo es ahí dónde más he muestreado y de donde proceden las 200 especies no descritas.

-¿Qué cabe encontrarse entonces en las zonas más recónditas del Amazonas?

-No se sabe. Tal vez se conozcan 10 especies como mucho del Amazonas. La riqueza de especies por hectárea es mayor en el bosque Atlántico que en el Amazónico, solo que este es gigantesco. Y en el Atlántico, al ser tan autóctonas, y obtener muestras en cada 100 kilómetros, pero entre el kilómetro cero y el cien, en el cincuenta debe de haber otra porrada de cosas. El trabajo es inmenso.

-¿Qué planarias terrestres hay en España, en Europa?

-Hasta hace muy pocos años de España se conocían si mal no recuerdo tres especies y una era exótica, de origen asiático, importada sin querer o en plantas o macetas. Esto ha ocurrido ya. Y de hecho hay una especie de América del Sur que describimos nosotros hace dos años, del género Obama. El nombres es un juego de palabras en realidad. Obama en lengua tupí (una tribu indígena brasileña) significa animal-hoja y nosotros tomamos la pronunciación para nombrarla aunque como tal la palabra no existe. Pero coincidió entonces con la presidencia de Obama y con el hecho de que esa especie había llegado a Europa, donde se conoció en primer lugar pese a ser originaria de América del Sur, de Brasil y Argentina.

-¿Acuáticas?

-Acuáticas sí, y terrestres yo creo que en España hay un equipo de la Universidad de Barcelona y otro de Madrid que se han recorrido todo el país y han descrito ocho en total. Son muchos más pequeñas. Tiene unos pocos milímetros frente a los 30 centímetros que puede medir una planaria de América del Sur.

-Volviendo sobre la capacidad de regeneración de las planarias. ¿Tiene o puede tener algún tipo de aplicación, por ejemplo en el campo de la medicina, en el oncológico?

-Sí. Una planaria se regenera gracias a las células madre o neoblastos. Y parece que las hay de varios tipos. Esas células están siempre presentes en el cuerpo de una planaria. Cuando la dejas de dar de comer en el laboratorio, ella en primer lugar reabsorbe sus órganos. El aparato reproductor lo reabsorbe para transformarlo en energía y mantenerse viva. Y a medida que pasa el tiempo y se mantiene sin comida, va encogiendo sistemáticamente y entra en una especie de letargia y puede aguantar meses. Unos colegas publicaron un trabajo hace algunos años y mantuvieron una planaria trece meses sin comer. Las planarias son depredadora y algunas carroñeras. Si después de ese periodo les das comida vuelven a crecer, y vuelven a regenerar estructuras perdidas, como el propio sistema digestivo o el reproductor. Es gracias a esas células.

-¿Qué relación tendría con un proceso cancerígeno?

-Un proceso cancerígeno es una reproducción o multiplicación de células descontrolada. En las planarias la regeneración es controlada. Y cuando comparas el proceso celular que hay de un cáncer con el de regeneración puedes entender teóricamente y es así como están trabajando, que por comparación se pueden ver las diferencias y posiblemente encontrar cuales son los mecanismos que hacen que las células cancerígenas hayan perdido el autocontrol de la reproducción, de la multiplicación.

-¿Tiene conocimiento de que haya oncólogos que estudien esta aplicación?

-Sí, hay científicos que estudian este proceso de regeneración con planarias en Estados Unidos, en Barcelona, en Japón. Independientemente de eso hay muchos y grandes grupos de investigadores que están haciendo ese abordaje con células humanas. Y como el conocimiento es todavía básico, el conocimiento que hay que adquirir, hay muchos procesos biológicos, celulares que se están descubriendo ahora, hasta donde yo sé porque no es mi especialidad, no hay trabajos conjuntos pero se empieza a prestar atención a publicaciones por parte de los científicos que estudian el cáncer en el área de regeneración de planarias.