Variada en sus soportes y de gran viveza e intensidad cromáticas, la muestra pictórica del artista irakí Saad Ali presenta una gran sensibilidad en los cerca de treinta cuadros que expone en el Centro Cultural Soledad González, en una sala de la que asegura estar "encantado", tanto como sus cuadros. "Esta mañana he hablado con los cuadros y están muy contentos de estar aquí", explicó durante la inauguración, en un ton humorístico.

La muestra en la que el artista iraquí, afincado en Valencia, acerca la espiritualidad humana, constituye una construcción simbólica de imágenes oníricas en las que se deja plasmada su herencia del mundo árabe. Reminiscencias orientales que llegan de la mano de una gran riqueza cromática. "Yo vengo de Mesopotamia entre dos ríos y vengo de la mezcla de culturas y los colores vuelan como el río. No se esperan a tocar la tierra. El agua continua es como los colores", explicó el pintor.

Las salas de exposiciones de la planta noble del Centro Cultural Soledad González acoge esta muestra hasta el día 18 después de una amplia gira internacional que ha llevado sus cuadros desde Holanda, Bruselas, o Francia a la Comunidad Valenciana.

La variedad de su obra se refleja también en los soportes que utiliza a la hora de presentar sus pinturas. "He pintado con puertas y ventanas, lienzos y dibujos. Pero en todos ellos hay un gran amor y grande esperanza para esta vida", añadió el artista.

Entre las puertas que se observan en la muestra hay una llegada del sur de París y otra de la Comunidad Valenciana, "fuerte, muy fuerte, como los valenciano", señaló. Los cuadros elegidos son fruto de sus trabajos en Holanda "donde he pintado mucho, yo me dedico profesionalmente a la pintura y antes tenía mi estudio en Amsterdam. Y muchas de las pinturas están pintadas aquí, en España, donde me encanta el mar".

Presente en su producción está el mundo amoroso, al que alude constantemente durante su narración, y lo retrata con la presencia de la figura femenina en varios cuadros que pueden verse en la exposición que llega a Benavente por iniciativa del Centro de Estudios Ledo del Pozo y la colaboración del Ayuntamiento benaventano.