San Pedro de Zamudia, pequeño pueblo en población aunque uno de los más ricos en historia en la zona de los Valles de Benavente, ha visto mermar su padrón de habitantes en los últimos años a pasos agigantados, en sintonía a como ocurre al resto de la zona.

No obstante, su registro de medio centenar de habitantes se llega a multiplicar por cinco en la época estival llegando a alcanzar la cifra de 250 personas como añorando tiempos pasados. Y más concretamente a mediados del mes de agosto, en cuyas fechas se viene celebrando un encuentro de los nacidos en el pueblo y los que tienen raíces en esta localidad de la ribera del río Castrón.

Encuentro festivo que han bautizado como "zamudiada" y en la presente edición se venían a cumplir sus cuatro años de rodaje.

Nada mejor que organizar un abanico de actos cuyas telas se extendieron por la zona de las eras aprovechando las zonas sombrías.

El programa se abría con la celebración de una misa y ello tras realizar gestiones previas para que acudiese un sacerdote debido a la baja del párroco desde hace unos meses. Este pueblo de hondas devociones llenó una vez más la iglesia.

Y entre las actividades lúdicas la "Zamudiada 2018" contó con un concurso de tortillas y un vermouth amenizado con la actuación de baile de Mari Jose, juegos populares, una paellada, juegos de mesa, campeonato de tute, concurso de bingo, actuación del grupo musical "La Bañezaina", exhibición de cetrería y la verbena. Y para rematar la fiesta, degustación de sopas de ajo y una chocolatada. En San Pedro de Zamudia saben hacer las cosas a lo grande y lo que es mejor, compartir vivencias allende ríos y montañas. Eso es la zamudiada.