Doce de los 23 quintos de los años 1967 y 1968 de Villaferrueña celebraron ayer una jornada especial de encuentro que comenzó con repique de campanas y la entrega de un ramo de flores a uno de los quintos, José María, fallecido en accidente de modo cuando tenía 19 años. Los que han logrado unirse en esta ocasión, algunos después de veinte años que no había vuelto a su pueblo natal, tuvieron oportunidad de recorrer las bodegas y recordad in situ los lugares en los que pasaron su niñez. Una charanga animó la tarde, tras la comida.