Castrogonzalo se levantó ayer "rociera". Un año más la localidad ha acogida su particular feria rociera en la que no han faltado los atuendos típicos andaluces ni el encuentro de caballos y carretas adornadas para la ocasión. Por la mañana en la zona del Plantío se montaron las casetas y los niños pudieron disfrutar de carretones. Pero hasta la comida campera no se animó mucho la gente. Después llegó el taller de bailes dirigido por Marta Fernández, al que se animaron a participar niños y adultos. La tarde estuvo más animada con la concentración de caballos y carretas que protagonizaron el recorrido por las calles del pueblo con paradas para degustar rebujito y echar unos cuantos bailes.