Un fallo en el aparato regulador-sostenedor del abastecimiento de agua del Tera a la zona centro de Benavente que hizo incrementar la velocidad en la red, provocó el miércoles por la noche turbidez en el suministro domiciliario y obligó a Aquona a trabajar durante toda la noche para reparar la avería, que a primera hora de la mañana de ayer ya estaba solventada.

Cuatro quejas vecinales alertaron al Ayuntamiento de la situación, aunque los controles sanitarios (sendos análisis realizados tanto por la Mancomunidad como por Aquona, según informó el Ayuntamiento) confirmaron que pese a la ligera coloración ocre del agua en puntos muy concretos del centro de la ciudad, esta fu potable en todo momento y su consumo apto al estar dentro de los parámetros exigibles.

El incidente se produjo al anochecer. Tras las quejas, una de ellas redoblada hasta en cinco ocasiones, el Ayuntamiento puso los hechos en conocimiento de Aquona y tras conocerse los resultados analíticos difundió un comunicado de tranquilidad.

"Se han recibido quejas puntuales de usuarios sobre la turbidez del agua en la zona centro de la ciudad. No consta a la empresa concesionaria del servicio de aguas ninguna rotura en la red de abastecimiento que pudiera ser causante de la ligera turbidez acaecida. En estos momentos el agua de la ciudad proviene de la Mancomunidad de la ETAP de Benavente y los Valles, es decir, la captación de agua potable proviene del río Tera. La empresa concesionaria del servicio de agua y el Ayuntamiento de Benavente están en contacto permanente y adoptando todas las medidas oportunas para solucionar el problema puntual surgido a la mayor brevedad posible. A pesar de la ligera turbidez del agua en algunas zonas queda garantizada la potabilidad y sanidad del agua de consumo de la ciudad", explicó el comunicado municipal que, en último término, lamentó "las molestias originadas a los usuarios" y agradeció "su comprensión ante estos problemas puntuales del servicio".

Aquona, a pesar de la tormenta con fuertes precipitaciones y aparato eléctrico, trabajó durante toda la noche para detectar el problema, que achacó finalmente a una avería puntual de un regulador.

En cualquier caso, y siempre según la información municipal aportada, la red fue purgada y se realizaron controles analíticos para conocer en todo momento el estado de potabilidad del agua. A primera hora de la mañana el grado de turbidez era de 0,75, más de cuatro puntos por debajo del parámetro que considera no potable el líquido elemento por motivo de su turbidez.