La Junta de Castilla y León ha dado luz verde a la instalación de una macrogranja porcina en el municipio de Navianos de Valverde. La resolución favorable de la declaración de impacto ambiental para la ampliación de las instalaciones ganaderas existentes hará que las dos naves actuales que albergan 2.460 plazas de cebo se vengan a incrementar con otras dos nuevas naves ampliando en 2.107 plazas para albergar un total de 4.567 plazas de cebo.

Las nuevas instalaciones se clasificarían como grupo B en el catálogo de actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera al disponer de una capacidad superior a los 2.500 cerdos, por ello se obliga a la autorización ambiental. La explotación ganadera de porcino, una vez se construyan otras dos naves para albergar casi 5.000 cabezas de cebones, ha presentado ante la administración autonómica, Consejería de Medio Ambiente, un plan de evacuación de purines que afecta a un total de 178,81 hectáreas de terreno cedente. No obstante, estas deyecciones ganaderas han de ser objeto de valoración agrícola confome a ese plan presentado en el proyecto. La gestión de los purines se depositarán en la balsa de almacenamiento exterior, con capacidad suficiente para almacenarlos durante más de cinco meses. De forma periódica se esparcirán a modo de abono por el conjunto de fincas comprometidas para ello, disponiendo de un total de 178,81 hectáreas, superficie superior a la necesaria para dicha gestión, estimada en 138 hectáreas.

La resolución favorable a los efectos de declaración ambiental contempla la adopción de una serie de medidas que entre otras circunstancias afectan a la gestión de los purines. Por ello desde la administración autonómica se hace hincapié en "la puesta en práctica de las mejores técnicas de gestión de purines", tanto en la fase de almacenamiento como durante la aplicación al terreno. "Si se prevén molestias a las poblaciones cercanas se establecerá un plan de gestión de olores que contemple su eliminación y/o reducción".

Entre las medidas protectoras señaladas por Medio Ambiente se incide en la aplicación del purín en dosis y épocas más apropiadas de asimilación de las plantas, responsabilizando al promotor de la adecuada gestión de los purines y la adecuada utilización de los medios para su distribución e inmediata incorporación al terreno según la normativa aplicable y el código, que no ley, de buenas prácticas agrarias.