La vida es su inspiración. Mercedes Hernández Vicente acaba de realizar la presentación oficial de su primer libro de poesía, "Palabras del corazón", en un acto en el que ha estado muy arropada.

-¿Cuándo comienza su interés por la poesía?

-Estudié en un colegio de monjas con unos profesores estupendos que incentivaban mucho la Literatura, la lectura. Les estaré eternamente agradecida porque mi primer poema lo escribí en el cole con catorce años. Lo conservo aún, por ahí está escondido. Es un poema que está escrito por una niña, no tienen nada que ver los catorce años de antes con los de ahora.

-Y siguió escribiendo en su adolescencia.

-Toda mi adolescencia estuve escribiendo hasta los 27 años, cuando me casé.

-¿Siempre poesía?

-Siempre. He escrito algún relato corto pero no lo tengo en cuenta. Me gusta mucho leer novela pero me gusta escribir poesía. Los relatos no se me dan mal pero no me resulta tan satisfactorio escribir un relato, como escribir poesía.

-¿Piensa en el posible lector cuando escribe poesía?

-No, qué va. Nunca me había planteado en serio lo de publicar. Cuando escribo poesía lo hago porque escribo mis sentimientos, pienso lo que yo siento en ese momento. Siempre llevo una libreta y un bolígrafo, alguna vez tengo que utilizar una servilleta de un bar. Pero para mí la poesía es sentimiento es estado puro.

-¿Qué es lo que le inspira a escribir sus poesías?

-Yo veo una pareja, alguien que se da un beso, un pájaro volando, un ramo de rosas, una fotografía, mil cosas. Cualquier cosa de esto me puede inspirar en un momento determinado.

-Es muy observadora.

-Sí. Yo en el momento que algo me motiva si pienso una estrofa empiezo a escribirla porque luego se me olvida. Mis poemas no los sé de memoria. Los escribo y el día que los escribo quedan ahí pero tengo que leerlos sobre papel. Escribo siempre primero en papel, y corrijo, y vuelvo a corregir y cuando creo que está terminado es cuando lo paso al ordenador. Lo tengo bastante ordenado porque me gusta recordar en qué momento lo escribí.

-Supongo que hay una evolución en estos años.

-Sí. De los 14 a los 27 años es una poesía más rebelde, más comprometida, quizás más social. Después estuve un tiempo de doce años que prácticamente no escribí nada porque tengo tres hijas y eso no es muy inspirador. Para mí ha sido una satisfacción enorme cuidar a mis tres hijas pero no es inspirador. Después he retomado lo de escribir, a sentir el gusanillo por escribir poesía.

-Cómo dio el paso de publicar esas poesías.

-He tenido una profesora en la UNED de Literatura Medieval que me dijo "tú naciste escritora y morirás escritora, aunque no publiques". Y ha sido en el mes de marzo cuando por ninguna causa aparente decidí publicar. Mandé a la editorial de autoedición Cículo Rojo un borrador con 24 poemas y les gustó y a partir de ahí lo pusimos en marcha.

-¿Qué ha priorizado a la hora de la selección de poemas para este libro?

-He reeleído muchas poesías, escritas entre 2002 y el año pasado, e hice una selección de los poemas que más me gustaban, que mejor me sonaban o que me recordaban momentos importantes de mi vida. Los que más me han motivado a mí. Alguno se me ha quedado en el tintero.

-¿Quedarán para el siguiente libro?

-Aspiro a publicar otro libro. La poesía hay que leerla en pequeñas dosis, porque o te engancha o no tienes nada que hacer, porque no tienes que seguir una trama.